La idiosincrasia carroñera que sigue circulando por las venas del hombre y replicándose en sus genes (en proporciones varias, claro, debidas al proceso de autoselección artificial que las sociedades se han ido aplicando) podría servir para explicar en parte el canibalismo sofisticado (o civilizado) de estos tiempos que corren presurosos hacia una debacle. La figura de Cronos (a la izquierda en el famoso cuadro de Goya), que sabemos que hace referencia al Tiempo, bien podría, muy acertadamente, representar el
sino mítico del "Sistema", o su paradigma... Pero
no tan sólo por devorar sin escrúpulos a pueblos
propios y
ajenos, cuyos miembros son, en parte (pero no los únicos) los
agentes que producen los
medios de beneficio y de poder de los
dominadores y conforman su vez su clientela masiva (no única, tampoco) de la mencionada producción a través de los
mecanismos instituidos (esas "características del Sistema" que con tan poca inocencia unas y otras ideologías simplifican). No, también porque a fin de cuentas devora a sus hijos y hasta a sus compañeros de ruta, a los propios "hijos del Sistema", educados y conformados para que "continúe", y a los demás depredadores ya instalados... Por ejemplo, a los "accionistas" que hoy ven perder casi sistemáticamente su patrimonio en la "ruleta" de la bolsa (esos "cortadores de cupones", como los denominara Marx dando noticia del cambio de paradigma que atravesaba ya en sus tiempos "el Sistema", ignorando empero que esa metamorfosis de su "burguesía" ponía en entredicho -¡y rei-te-ra-ba!- el peso real de su poder y del grado de significación que sus tesis le conferían al hacer una única cosa del "sistema capitalista" y de "la sociedad burguesa" y "su revolución", entre otras cosas...), sobre todo, claro está, no tanto "los más pequeños"
por serlo, sino
los menos informados,
los menos vinculados a las fuentes de información que, obviamente,
se han convertido, son y se reafirman gracias a ello (¡al poder!) en "los más grandes".
Una lectura desprejuiciada, en fin, capaz de
repensar todos los detalles y evidencias que en apretada síntesis acabo de enumerar y cuyo alcance apenas se sugiere de ese sin duda
denso modo, y que sirviese de base para una narrativa que de cuenta en su propio lenguaje y no apelando a préstamos de tipo metafísico (incluidos los aleatorios, los mágicos, los inexplicables e innombrables, los "inaccesibles", llenos de "justificaciones no concatenadas" contrarias a los
presupuestos de Ockham, etc.), nos "permitiría comprender" lo que sucede en estos días, donde unos "expertos" (los de las Agencias de Calificación), que tienen por "misión" valorar los riegos de prestarles a los gobiernos y empresas de cada país por separado (!?) disparan a la línea de flotación de "El Sistema" que sigue hundiéndose con ellos dentro, como si se tratara de los tripulantes del Titanic situados en la porción aún empinada que todavía está fuera del agua...
Y este fenómeno es apenas una muestra de lo que todos los sujetos-componentes de "El Sistema" hacen. Incluyendo los propios "explotados" que exigen el cumplimiento de las promesas que se le hicieron ya para orientar su voto, ya para continuar consumiendo o endeudándose... Todos ellos no pueden sino ir en esa dirección e... "indignarse", y desde ya que sólo desde unos mentirosos y mezquinos intereses (conquistados en buena o mala lid sin duda) no se les puede pedir que se resignen... aunque para muchos se les abren las puertas de ingreso en la policía y demás instituciones represivas o supervisoras o impositivas... donde podrán "defender El Sistema" de las acciones de los más afectados...
Una muestra reiterada de la destrucción a la que conducen los planes de construcción, ni más ni menos... ¡Y del previsible "sálvese el que pueda" y del resistido "pesimismo apocalíptico" que acabará cundiendo... empezando por los hijos de los hijos de los hijos de la Tragedia Clásica...!
Nota 1: un post vinculado a la temática se puede
hallar aquí ("El juego de las sillas y la impotencia popular").
Nota 2: reproduzco dos ejemplos de la mecánica "autodestructiva" y en cuyas causas el artículo desde el que cito no ahonda, como es inevitable, dándolas por meras anomalías a fin de cuentas "diabólicas" en sentido estricto, y, por supuesto, que inencontrables en la propia conducta de él mismo, sus colegas, los lectores vociferantes, sus políticos predilectos, etc., etc., etc.:
<Congreso de los EEUU y la SEC comenzaron a investigar a los culpables de la crisis financiera que se desató a partir de 2007, pidieron ver los correos electrónicos de algunas agencias de calificación, las agencias de rating, y desde luego resultó ser una lectura espeluznante.
<<“Esperemos ser ricos y retirarnos antes de que este castillo de naipes se derrumbe”, decía uno enviado por un empleado de Standard & Poor’s en 2006. (información de Bloomberg).
<Moody’s parecía una frase de Dante. Este empleado se había dado cuenta de que los informes no estaban reflejando el riesgo de algunos productos financieros, es decir, estaban ocultando la realidad, y que esa incompetencia era debida a que “estamos vendiendo nuestra alma al diablo de los ingresos”. (información de The New York Times)>>
(tomado de
"Los espeluznantes mails de Moodys")
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