lunes, 17 de diciembre de 2012

De la lucha de clases al galimatías de Dolcino...

Por lo visto la definición de "clase social" debida a Marx ya no sirve más que como referencia hueca (pero tan útil como antes... cuando estaba llena de seudociencia). Ahora los "revolucionarios" (y sus acomodados "representantes profesionales") prefieren dirigirse al Estado "Democrático" del que viven en muchos aspectos (tanto su cuerpo como su "alma") para exigirle... que instituya "impuestos" en nombre de la "redistribución" (ellos dicen... "más justa"..., cosa que los ejemplos históricos desmienten... y la lógica nos dice que no será eso lo que haría ningún "Estado" como el que está en sus mentes). Las "clases", que Marx había creído definir con una lucidez insuperable ("científica") en base a la relación de sus miembros "tipo" con "los medios de producción", "tipo" también (donde lo de "su propiedad" era en realidad una superestructura legal visible que derivaba del "dominio"... de la posesión de las "veinticuatro patas" mencionadas por Goethe a las que Marx llega a referirse aunque... sin consiguir explicar gran cosa más allá de lo que cualquier artículo de fe pretendería) son ahora meras cáscaras vacías que se llenan con los contenidos simples de... Fra Dolcino, un... "hereje", y monje, de los incicios del cristianismo, es decir, del "amaros los unos a los otros"... siempre que seáis pobres. Fra Dolcino (cuyo espíritu asoma la cabeza en El nombre de la rosa de Eco) señalaba al "rico" como enemigo específico de "la pobreza" (material, claro), base sin embargo de la "riqueza espiritual" que llevaba "desinteresadamente" a los pobres a abrazar al cristianismo... Pero, soslayando la referencia, se trata de ironizar un poco acerca de la consigna "salvadora" que agita "la izquierda" occidental (la española... y la catalana... incluidas): ¡el impuesto a... "las grandes fortunas"! Y a mostrar que una buena parte de ellas... no tiene posesión alguna de medios de producción (ni hace trabajar en ellos a "proletario moderno" alguno de los que deberían provenir sus "plusvalías"...). Se trata de los artistas, deportistas, payasos, directores de orquesta, de cine, de circo, escritores de best sellers, y otros que se podrían enumerar con más tiempo (el otro componente de "los ricos"... serían ciertamente los banqueros, los gestores de empresas, etc., y también ciertos políticos, otros profesionales más "dignos" que ellos, etc., no todos "dueños de los medios de producción" en sentido estricto y menos clásico, y también a los productores de espectáculos, etc., pero todo esto merece un estudio más serio y aparte). Estamos ante el caso de Gerard Depardieu... que, en respuesta a tamaño embate "revolucionario"... ha decidido darse de baja de la nacionalidad que lo acunó y en base a la que, entreteniéndola, creció y prosperó. ¡Oh, sí, ha escapado a tiempo del País de las Maravillas y de la Reina Roja que amenazaba con cortarle la cabeza! Eso sí, al otro lado de la frontera, aunque ya no necesita de ningún país. Recordemos de paso que algo así ya había hecho Ingmar Bergman...

También resulta interesante observar que... la Reina Roja... sea Primer Ministro, y que haya similares en todas partes, incluso en España, tal vez en algunos casos con más demagogia vocinglera que con... demagogia práctica. Me refiero a eso de "publicar una lista"...

En fin... tal vez se trate de émulos de actores que sienten el mundo o el país como escenario donde demostrar sus dotes igualmente artísticas y deportivas...

C'est la vie... sin duda alguna.


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