lunes, 23 de mayo de 2011

"Si éste no es el pueblo, el pueblo dónde está" (tachín, tachán/tachín, tachán)

La pregunta debe ser respondida porque está en el aire aunque nadie se anime a formularla y se la de por respondida cuando no lo está: "¿el pueblo, dónde está?"

Mi tesis, varias veces trazada, es que está donde ya estaba y como estaba: en todas partes y fragmentado en muchos pueblos que se autoasignan en exclusiva no sólo ese carácter sino la mismísima condición humana. Todos sintiendo repugnancia (o "vergüenza", por ejemplo) hacia los demás por sus conductas y orientaciones. Todos bajo el peso de esa Polis Ciclópea que la humanidad ha ido construyendo paso a paso y era a era y de la que resulta imposible escapar... al menos mientras sus muros no se derrumben por sí solos, mejor dicho, gracias a la inoperancia inevitable que nos impone cada vez más ese peso insoportable; ese peso contra la que gritó sin pausa la literatura occidental que, desde la tragedia griega, descubrió tras el capricho de los dioses, esa Roca monstruosa que crece cada vez que sube y baja y sube en el mito de Sísifo al que nos hemos en realidad encadenado.

Pues ayer, según entiendo, no sólo no estaba el pueblo (por todo el pueblo, y, sin duda por mi parte, por los "representantes del sentir del pueblo") en Puerta del Sol y en los demás campamentos de "indignados" del mundo, ya sea participando como haciendo turismo sociológico, safaris fotográficos o reviviendo viejos tiempos, sino que, en atención a su indiscutible número (icono por antonomasia de la sacrosanta democracia formal que últimamente unos y otros piensan poder "modificar desde dentro") estuvo, ni más ni menos que... votando.

Sí, se atribuya a una u otra causa la opción por el arma electoral por la mayoría de las diversas fracciones sui generis del pueblo (en lugar de la única contraria posible que implica ignorar radicalmente la convocatoria) elegida por los que votaron a los partidos en presencia (sin alternativa: "tradicionales" y, según la Ley, legítimos), lo indiscutible es que fueron algunos miles de veces más en número, es decir, millones y no decenas de miles, que los que seguían y aseguraban que no pensaban dejar de seguir las evoluciones y propuestas de los "indignados acampados" que reeditaron esos kibutz sui generis ciertamente no autosuficientes ni socialmente alternativos. Incluso, consta que el porcentaje de participación global fue superior al previsto y superior al de anteriores actos electorales de su tipo. Estos son "los hechos". Y el black out informativo cayó sobre los últimos en todos los medios bajo la forma de muchos miles más agitando banderas del PP ante la sede del partido en Génova y otras ciudades... prácticamente todas las capitales de casi todas las comunidades de España. Los Sócrates posmodernos (con perdón de Sócrates y de Platón) volvían así a ser condenados a pasar a la posteridad por el camino de la frustración y de la rabia: ¡en el fondo, fondo en un doble sentido, confiaban que iban a evitarlo, que cabalgaban sobre una ola que volvería a "conmover al mundo", y en más o menos "cinco días"... en todo caso, en siete!

Claro que no todos los votantes merecen ser considerados "pueblo" (todo ello por pura definición). Yo excluyo, por ello, a los gobernantes efectivos y potenciales y a sus leales militantes seguidores, es decir, a una buena parte de aquellos a los que se vituperaba en Sol y que en buena medida engrosaban cuando no eran los únicos que agitaban las banderas azules del triunfo electoral.

En segundo lugar, debo suponer que no todos los votantes estaban indignados y, en todo caso, los que sí no lo estaban por igual ni por lo mismo. Entre aquellos que no eran militantes había sin embargo amigos y beneficiarios directos de la redistribución zapaterista no podían sino desear que todo continuara como estaba (Mr. Botín o Mr. Garzón son ejemplos de primera), e incluso clientela electoral propiamente dicha (posible, por qué no con tanto paro pero también con tanto pícaro). Por otra parte, no todos los que estábamos y en parte seguimos indignados apuntaban/apuntan/acusan/acusaban a los mismos "culpables" ni les deseaban el mismo "destino". Por fin, también es indudable y debería ser reconocido, que quienes fueron a votar y en particular los que votaron "contra ZP" constituían la mayoría del pueblo y que, salvo que se los considere "equivocados" o "traidores", así debe ser para empezar; es decir, se les debe reconocer a todos ellos/nosotros el derecho de sentirse/sentirnos "pueblo"; sea como sea, el "pueblo" es el conjunto de los que no gobiernan ni componen aparatos capaces de gobernar, incluidos los aparatos complementarios del poder como los partidos, los sindicatos, los lobies, las fundaciones, los pools de consejeros y de expertos en marketing político, los consejos de administración de las grandes empresas, las organizaciones de jueces y de otras corporaciones, los centros que administran la cultura universitaria, las iglesias y otros menores pero efectivos hoy en día. Todos ellos se estructuran siguiendo el modelo de la pirámide burocrática y sus reglas de lucha interna por controlarla (por cierto, cada vez más similares a las de la mafia en muchos de sus aspectos y acciones limítrofes).

Pero, hecha las apropiadas salvedades, hubo indiscutiblemente una mayoría del pueblo que eligió el voto para manifestar su indignación, incluyendo a una parte sea cual sea de los acampados, como ellos mismos sugerían que era "lo mejor" a hacer. Y, repito, en un porcentaje superior al previsto. Y dándole una mayoría a los candidatos que se presentaban bajo las siglas y los colores del PP, los más malos malísimos de la película... Esto hay sin duda que explicarlo y de los hechos deben sacarse conclusiones (en lugar de recibir encima los diversos moldes dogmáticos en los que los quiere hacer calzar a cualquier precio).

Así, pueden agruparse en dos maneras gruesas las explicaciones del acaecimiento (¡y esto define por sobre todas las cosas a los propios atribuidores de causas, yo incluido!).

1) Un conjunto explicativo lo componen aquellas narraciones en las que se atribuye al pueblo el remanido "aborregamiento", la "locura" o "alienación", la "estupidez" congénita o adquirida, cosas todas que no perseguirían compensación alguna, que se harían por amor al arte o en nombre de falsas expectativas o gustos superficiales de diverso tipo (los del estilo de los "¡qué simpático!", "¡qué guapo!", "¡qué serio que parece!", etc., etc.), esto es, a motivaciones "psíquicas" o "imaginarias", "morales" o "estéticas", fisiológicas o supuestamente inducidas con alguna técnica de "lavado de cerebros".

En esta línea se ha situado siempre la intelectualidad y los filósofos, que ya desde sus primeras expresiones consiguieron ser condenados por el pueblo (de Atenas) aunque más no fuese con risas en respuesta a sus llamamientos a la lucidez abstracta (como cuenta Zaratustra). Y en esta línea permanecen anclados los herederos de su siembra, hoy productores de slogans y digestos formados para esto en la educación pública (y privada) de hoy en día y reforzada por los medios actuales de comunicación masiva, slogans y digestos con los que la burocracia política alimenta su agitación y propaganda desconcertante e histriónica (cada vez más complementaria), en connivencia, todo hay que decirlo, con la debilidad creciente del "pueblo" (no "mental" ni mucho menos, sino operativa).

Precisamente estas afirmaciones me sitúan en cierto modo en el campo de "la filosofía" de la que a la vez pretendo renegar, es decir, no me permiten dejar de ser quien soy en este mundo. En cierto modo, caigo yo mismo en atribuirle al pueblo una debilidad a fin de cuentas idiosincrásica y sistemática si no congénita. En cierto modo, caigo en el diagnóstico típicamente intelectual y grupalista de los que se atribuyen a sí mismos una superioridad incondicionada, absoluta, capaz de dar a sus juicios el carácter de Verdad sin paliativos. Es, sin duda, parte de la manera humana de pensar y de vivir y en particular de aquellos que sentimos la facultad reflexiva, muy entrenada o muy degradada, sólida o líquida, moderna o posmoderna, como nuestra mejor arma (en este sentido, impera alguna confusión narcisista que lleva a los productores de slogans y hasta a los repetidores de consignas con variaciones a creerse en posesión de tales armas... siendo en muchos casos que ellas sólo aparecen, encubriendo en realidad las verdaderas... que deben ser identificadas como meros recursos retóricos de alcance táctico). En fin, resultados de la democratización real.

No obstante, en mi descargo relativo, debo señalar que existe una diferencia entre mi diagnóstico de debilidad y los realmente peyorativos. En primer lugar, porque yo considero que esa debilidad, que se manifiesta de una manera en unos casos (el pueblo) y de otra en otros (la intelectualidad en sus diversos grados, los burócratas de diverso escalafón, los delincuentes, los excéntricos, etc.), es un signo que caracteriza a los seres humanos en su conjunto y no sólo a ciertos grupos, que es congénita a la especie, ya que nace como contrapartida de un cerebro grande que debe ser protegido, como decía Kant, sin contar ni con uñas, ni con garras ni con dientes...

Lo que yo simplemente sostengo es que esa misma debilidad es la que, tomando formas diferentes, se manifiesta tanto en la Puerta del Sol como en las urnas, tanto si se vota a uno de los grandes o a uno de los pequeños, en blanco o con un exabrupto, e incluso no votando, delinquiendo o automarginándose, incluso suicidándose, pero también... gobernando sin otro imperativo que seguir haciéndolo al precio que sea, degradando con su práctica el significado de lo maquiavélico... y desintegrando el pensamiento hasta tal punto que ya no queda ni siquiera lo ideológico. A mi criterio, en fin, la marcha que emprendió la humanidad fragmentada en manadas autosuficientes abriendo en la selva de la realidad y del tiempo la senda de la formalización de esa fragmentación en un sentido ya no horizontal sino vertical, es decir, interior a las sociedades sedentarias que se comenzaron a edificar en torno a sus propias letrinas (remito al respecto a Armas , gérmenes y acero, de Jared Diamond, para más detalles), tuvo su origen en el desarrollo inevitable de un instrumental neurológico producido por la evolución y cimentado gracias a su eficacia supervivencial, un instrumental cuyo desarrollo incipiente exigía cada vez menos poder para las armas alternativas de tipo corporal propias de los demás mamíferos: el cerebro humano, donde pudo emerger la autoconciencia con toda la carga trágica que ello conllevaría en base a la imposibilidad para ser consciente del mundo sólo es decir: autoexcluirse.

Esa debilidad estructural explica la habilidad y el entrenamiento inevitable del hombre, de todo hombre, en la mentira. Y la predisposición a planificar y justificar la dominación del mundo mediante todo lo que este le ofrece, los demás hombres incluidos. Explica la grupalidad (remito al respecto a El mito de la educación, de Judith Rich Harrris, para más detalles) lo cual exige, para la propia solidez del grupo, de su constitución y su consolidación, que sus miembros construyan un cuerpo identitario propio que los diferencia de los demás grupos de manera y para consumo interno (remito al respecto a El Levítico como literatura, de Mary Douglas, donde describe la gestación y consolidación de un caso particular muy significativo para el curso de la Historia humana).

En todos los demás casos que indudablemente critico y señalo como ideológicos, apriorísticos y/o dogmáticos, se acusa de debilidad a los otros desde una autoafirmación de supuesta superioridad o fortaleza. Y no sólo se esconde en ello el autoengaño/plan-engañoso típico sino que se hace sin derecho alguno, es decir, con tanto derecho como los grupos opuestos emiten el juicio propio. Ninguna de estas conductas espontáneas conducen a la explicación del mecanismo. Para ello se requiere un enfoque antropológico que toma lo que se manifiesta como un resultado y escarba en la realidad recogiendo las huellas registradas.

Desde esta perspectiva, observamos la inconsistencia de las acusaciones entre los diversos bandos y las contradicciones en las que caen las diversas narraciones elementales que se tejen defensivamente. La trampa del lenguaje que trastoca los significados impone la última o más extrema encerrona. De repente, "las izquierdas" deben considerarse "derechas"... y si se extrapola seriamente, no quedan nada que encaje en el conjunto conceptual de las primeras... De repente, "democracia real" pierde su único sentido, el político (que incluyó desde su fundación a los esclavos u otro tipo de marginados interiores, establecer las reglas de juego entre los opresores y dominadores y entre estos y los diversos estamentos interiores aliados para repartirse los resultados de la explotación del mundo y de los demás, y servir como fórmula identitaria y justificatoria ante las diversas sociedades vecinas opuestas -Esparta, por ejemplo, en relación a Atenas-). De repente, se vincula a "la justicia universal", o sea, "absoluta", la obligatoriedad de los "no-reprentantes" que "nos indignaban" de "representar" a quienes, "infantilmente" en última instancia, creen merecer que se les entreguen cierto monto de migajas... ya que "todo el poder" (el de "los soviets", el del "proletariado", el de "la imaginación"...) se ha descubierto intuitivamente que será... imposible de alcanzar... por lo que se renuncia a ello con la conciencia de los resignados. Etc. El lenguaje impostado no está indudablemente en concordancia con las realidades... cumple hoy en demasía con una función teatral en vivo, que imita en lo posible al Gran Hermano, y con los únicos fines o metas hoy posibles, los tácticos. Estos tiempos "de penuria" han alcanzado la frontera en que ya no pueden levantarse mitos de ninguna índole: se abre cada vez más la brecha de la desesperanza, es decir, de la vertiginosa disolución de las pequeñas esperanzas.

2) La otra manera de ver las cosas, la manera antropológico-genealógica, atribuye una intencionalidad contante y sonante a todos los seres humanos (los hace animales humanos o... superanimales, y no superhombres por encima, de nuevo, de otros hombres). Define no sólo a los burócratas, leales y amigos, sino al espectro entero de la población que va desde los "sabios" hasta los "incultos", desde los "estudiantes" a los "trabajadores", desde los que "viven de esta sociedad" a sus "marginados" de todo tipo, voluntarios o no, delincuentes de hecho o de derecho; desde los que consiguen o procuran conseguir un precio, en dinero, privilegios o seguridades por su trabajo, su vida, su cuota de consumo artificial y hasta por su voto... hasta los que consiguen o procuran conseguir meras y posibles perspectivas de mejora pecuniaria a consecuencia de los resultados de sus pequeñas acciones "dentro del sistema" o, en todo caso, "dentro de los marcos imperantes", es decir, los que responden a una motivación "materialista" u "objetiva" edulcorada o engalanada para que sea más digestiva en relación a las "buenas costumbres" adoptadas o aceptadas.

Desde esta perspectiva, se hace muy natural y humano que la mayoría de los ciudadanos hayan optado por el más cómodo e inmediato medio para sacarse de encima lo que más próximamente y más candentemente producía indignación y dolor, que era indudablemente y no proyectivamente, Alí Zapatero y los cuarenta sin escrúpulos. Se habían convertido por méritos propios en la encarnación viva de la "mentira desconcertante" (remito a El país de la mentira desconcertante de Ciliga para contemplar un paralelo olvidado), de la opresión politica y del pillaje extremos de carácter típicamente burocrático, corrupción extrema y desvergonzadísima incluidas, de la invasión tiránica del Estado sobre la base de un uso discriminado de leyes y mecanismos legales que formaban parte de las reglas establecidas en común entre todos los burócratas para la concreción y resolución de sus luchas por el poder -lo que no sólo da lugar a una enfrentamiento interno, sino a una discriminación que sufren cada vez más ciudadanos en la medida en que menos hay para repartir, etc., etc.

Esto ha llevado al panorama visible y a los hechos palpables, y esto sólo se puede ver si se enfocan las cosas como laas he enfocado (a grandes rasgos, claro, o a modo de borrador de una trabajo de elucidación más de detalle, más pulido, más completo, que tal vez se pueda hacer... y tal vez sea... ¿interesante?).

Entre otras cosas, permite entender esta "debacle socialista" y ciertos pequeños atisbos de "nuevas maneras" que tal vez sólo sean "nuevos engaños tacticistas"... aunque "cuando el río suena..."; me refiero a esos aires de "seriedad política" que aparecen en los discursos de los vencedores electorales, tal vez un síntoma de que, al menos, aunque sea en una pequeña dosis, la llamada "derecha española" (ya he dado a entender de hecho que hacerlo así responde a un lastre oscurantista de doble filo, ya que el PP es en lo fundamental una agrupación burocrático-política más, relativamente heterogénea y aglutinada detrás de unos colores diferenciadores circunstanciales)... se trasmute en unas maneras un tanto... -como decía un amigo mío- "escandinavas" que al menos incluirían guardar las formas hasta hacer de la burocracia standard casi una insulsa y aburrida tecnocracia, quizás menos propensa a verse envuelta en escándalos de corrupción que en escándalos sexuales). Algo que de todos modos no pasarían de ser anecdóticos, ya que todas las piezas del mecanismo no podrían evitar seguir igualmente entrampadas, esto es, atrapadas por sus propias leyes. Por otra parte, al no producirse en la medida reclamada por sus electores, llevarán a estos igualmente a la frustración y la inoperancia, ya que, aunque "de derechas", ellos también están condenados a caer en esa perspectiva que amenaza a todos. En cualquier caso, creo que esta vez, en las actuales circunstancias, la mayoría de esos electores, "indignados" según su propio "estilo de pensar", no perdonará nada que sea de verdad un nuevo "pasar página", un "mirar para otro lado" y un "tapar las vergüenzas" de los que quisieron arrinconarlos "para siempre". Y no digamos si se comportan exactamente como ellos y tan ostensiblemente. Ni siquiera creo que guste, ni en nombre de "la crisis" tan socorrida, que se proceda a la formalización de un "Gran Pacto de Estado" (ni en pequeña escala, como los que sí veremos) de mutua conveniencia que incluyeran todas esas traiciones, esas prácticas de casta o corporativas... que no dudo, como he dicho, que se llevarán a cabo (refrendando mis tesis), ya que, en realidad, es cierto que "no nos representan" o, mejor dicho, que sólo se representan a ellos mismos.

Lo que está bastante claro en cualquier caso, aunque no haya sido aún formalmente abandonado y pueda tan sólo se pospuesto para mejores ocasiones (por ejemplo, para ser desarrollado durante "los siguientes cuatro años", desde "la oposición"), es la ruina del experimento Zapatero (lo que una vez llamé "El plan Z del espacio exterior"). Este ha sido literalmente deshecho por los acontecimientos, al menos en cuanto a la táctica magistral que creyó servir para llevar al PSOE al Estado del Poder Eterno, valga el exabrupto figurativo. Por más enfangados que estén muchos (por no decir demasiado), creo que lo más que podrán dedicarse a hacer en el tiempo que les quede, será a quemar pruebas y ya no la Roma entera... y sus primos-hermanos consentirán en darles, en buena medida, tal respiro.

De todos modos, teniendo en cuenta que en definitiva vivimos de las pequeñas alegrías, que se haya aventado (¡por ahora!) esa, la a mi juicio más peligrosa perspectiva totalitaria construible en lo inmediato, lo sucedido arranca de mí un aplauso. No dirigido, claro, al reemplazo burocrático, sino a esa innata inteligencia del pueblo que, de una manera u otra, sin duda tímida o débil al haber tan poco espacio para la temeridad en los tiempos que corren, se ha abierto camino contra lo que amenazaba más seriamente su continuidad de vida; inteligencia que indudablemente han demostrado también los acampados para acometer, en este caso, otra de las tantas creaciones efímeras que suelen nacer en el seno de los pueblos, creaciones que a fin de cuentas son ensayos sociales, generalmente de indudable estilo infantil o juvenil, preparatorios de algo que no suele estar escrito, de lo gratuito que de momento retorna confusamente... ensayos que se desintegran hasta que algún día renacen, cuando los rescata una necesidad extrema de abrir un sendero nuevo, ni mejor ni peor ni más promisorio o más fatídico que los anteriores, en la realidad sin plan en la que estamos atrapados.

Después de todo, como bien concluyera el para mí gusto mejor Nietzsche: "El hombre más perjudicial es tal vez el más útil." (La gaya ciencia, aforismo 1), y "lo más útil" no puede entenderse ni justificarse de otro modo que como lo que favorece a la propagación sin meta de la especie y de lo que ésta pueda engendrar de sí, aunque hoy pueda parecernos repugante y por tanto combatible.


Sea como sea, en lo inmediato nos encontramos ante un panorama que parece relativamente diferente del previo (en cuanto a perspectivas próximas al menos, que desde mi punto de vista eran "mucho peores" en el sentido de agravamiento del "asalto al poder" por la camarilla gobernante... que hoy se ha visto obligada al repliegue "combativo"). Sin duda, seguimos a flote en el mismo mar y a expensas de sus mareas consolidadas (un mar de  muchedumbres humanas que se iniciara más de diez mil y quizás hasta cuarenta mil años atrás, con la  institucionalización de la domesticación sedentaria y constructiva del "mundo dado"). Pero los signos de tormenta sobre nuestras cabezas se han reducido, momentáneamente a mi criterio. Ello a pesar del punto de vista de quienes, en inconsciente connivencia circunstancial con los momentáneamente derrotados, que lo  que esa derrota (es decir, fracaso) dará paso a lo realmente "terrible", "peligroso", "nefasto".

Así, presos de nuevo en la trampa del lenguaje sin base real al que se apegan los que ven en su servidumbre una seguridad sin embargo fantasma y engañosa variante de la misma debilidad que ven en el ojo ajeno: "el fascismo", es decir, eso contra lo que ZP y la camarilla que se va con él "a la oposición" (lamento sinceramente que "acaben" a lo sumo en ese "buen refugio" de invierno" desde el que continuarán batallando tras el mismo objetivo y, eso es lo peor, con el mismo plan inescrupuloso u otro muy similar; ¡incluso a puestos clave en el poder judicial y en la diplomacia!... ¡y con la connivencia de elementos del propio PP, como es el caso de Trillo!) venían vociferando hasta el último de sus mítines y entrevistas, cubriendo con ello el verdadero fascismo de signo propio que no cesaban de construir con cada vez más impunidad y desvergüenza, aplicando el chantege a propios y ajenos en nombre de lo que estaban pisoteando (libertad, justicia social, honestidad, etc.). Algo que seguirán haciendo a cualquier precio y quizás se aletargue en los corazones de muchos acampados.

Será interesante en todo caso seguir el tramo sinuoso que se perfila en los próximos años... mientras los jóvenes de hoy se hacen mayores, tienen hijos y el futuro continúa estrechándose como una piel de zapa. Bueno, lo de "interesante" puede tomarse en parte como una ironía y en parte como una deformación profesional.


16 comentarios:

Hugo dijo...

Hola, Carlos!

Sea como sea, en lo inmediato nos encontramos ante un panorama que, aunque lo sea relativamente, es diferente al de antes. Sin duda, seguimos en mitad del mismo mar (un mar de marcha humana que en última instancia empezara al menos diez mil y quizás hasta cuarenta mil años atrás, con la domesticación sedentaria y constructiva del mundo), aunque con menos signos momentáneos de tormenta sobre nuestras cabezas...

De ahí concluyo, corrígeme si me equivoco, que estamos ligeramente mejor que antes, o cuando menos, no tan mal. La probabilidad de tormenta, por tanto, parece haber disminuido en un grado o dos.

Pues bien, opino lo contrario. No solo porque considere, si hablamos de partidos, que la política del PSOE es levemente menos mala que la política del PP, la de IU menos mala que la del PSOE y la de los anarcocomunistas o anarcoindividualistas menos mala que la de IU... sino también porque considero que, en términos más holísticos y espaciados en el tiempo, el año 2011 es objetivamente peor que el anterior, y el anterior peor que el anterior, y así hasta remontarnos a quién sabe qué año.

Debido a los siguientes datos y razones (si quieres más info sobre algún punto, te puedo pasar algún estudio o texto relacionado):

1. La desigualdad económica y política es cada vez mayor. La gente tiene menos poder, menos libertad y menos participación política ahora que en otros periodos de nuestra historia, por muchos gadgets y medicinas que tengamos ahora a modo compensatorio. Una de las causas radica en un reduccionismo filosófico, muy habitual entre los "hombres prácticos", con consecuencias en la vida real: el economicismo. Dicha idea o meme es una de las causas del aumento de la desigualdad económica, pero sobre todo de poder.

2. El necesario contacto con la naturaleza y la agricultura es menor ahora que antes. Necesario en un sentido psicológico, fisiológico y filosófico.

3. Las depresiones y los suicidios van en aumento.

4. El desempleo y el sentimiento de inutilidad que padecen hoy las personas es mayor que en cualquier época anterior.

5. Cuanto mayores y más complejos son nuestros asentamientos, mayor parece ser nuestro estrés y menor nuestra felicidad. La ciudades son más estresantes que los pueblos.

6. Estamos agotando la mayor fuente de energía conocida que es el petróleo (véase el peak oil, así como el documental Punto ciego para ir entrando en materia si no lo has hecho ya). Las energías fósiles y nucleares escasearán y las energías renovables no bastarán para satisfacer la demanda actual de energía. El decrecimiento o "descenso energético" es inevitable.

7. El calentamiento global causado por nosotros mismos ya nos está matando y amenaza con hacerlo a mayor intensidad en las próximas décadas, especialmente entre las gentes más pobres.

8. Morimos más prematuramente que antes en relación a nuestra esperanza de vida. En el primer mundo ya no morimos de hambre sino de obesidad, contaminación, tabaco, alcohol y otras causas de muerte prematura fácilmente evitables.

9. Los suelos de los cultivos son cada vez más pobres en minerales. La comida es cada vez menos nutritiva.

10. En términos absolutos, el número de hambrientos en el mundo ha aumentado con respecto a décadas anteriores. En los años 70 eran más de 800 millones, mientras que ahora son más de 900 millones las personas que pasan hambre.

11. Cada vez esclavizamos, oprimimos y matamos a más animales no humanos.

12. Millones de especies se extinguen por nuestro modo de vida. La vida es cada vez menos diversa (biodiversidad). Cualquier ecólogo sabe lo grave que es eso, tanto para los animales no humanos que mueren en el proceso como para los humanos que dependemos de otras especies para sobrevivir.

13. La diversidad cultural e intelectual, lo contrario al pensamiento único tendente, disminuye a causa de la globalización económica actual y de la occidentalización del planeta.

Un saludo ;)

Carlos Suchowolski dijo...

Hola, Hugo. Observo que vuelves por aquí con buenas ganas... En primer lugar, debo reconocer que el párrafo al que aludes no está del todo claro. En realidad y en innecesaria contraposición con lo que puse entre paréntesis (una referencia macrohistórica), lo que sin duda dificulta el sentido puramente político (por tanto presente, inmediato) del resto del párrafo y sus aluciones, señalaba mi relativa satisfacción por la momentánea deriva que se había producido. Insisto: relativa y momentánea, a mi modo de ver. Quizás un mero retroceso "estratégico". No quiero retocarlo ahora mismo, pero lo haré cuando agotemos esta charla para dejarlo más claro.
El resto del párrafo apunta precisamente en esa dirección política (ergo presente, inmediata).
La idea, pues, no tiene nada que ver con "el progreso humano" ni "lo promisorio" que resulte de un presente inscrito en una historia que "avanza" hacia algo "superior" ni mucho menos. Eso lo vengo combatiendo y/o desmantelando desde un principio y cada vez con más elementos; en especial cuando pongo a La Ciencia en su lugar (el de un nuevo mito y el de una nueva práctica, respectivamente, ligados al asunto del Poder -mira lo que digo de la tecnología en las notas a mi último post-).
Lo de la "tormenta menguada" tiene de todos modos que ver con el presente: concretamente con el debilitamiento del zapaterismo, debilitamiento que "mermaría" a mi criterio los "signos de tormenta", a saber y siempre según lo veía: la reducción creciente de espacios de libertad y el aumento de actitudes más escrupulosos, algo que creo o supongo que vendrá de la mano no sólo del gobierno del PP sino del estallido interno en "la izquierda", tal vez en aras de una recomposición, tal vez... sólo para que vuelva reforzada a base de agit-prop y caos sistemático hipócritamente "en contra" del nuevo gobierno. Obviamente, para mí, el zapaterismo-rubalcabismo-blanquismo-pajinismo... fue y es la más peligrosa camarilla de la burocracia política que hayamos podido tener en el gobierno nunca: "peligrosa" desde un punto de vista "conservador" de las actividades intelectuales "de siempre", en cierto modo, de un "moderno"...)
Esto lleva al meollo del asunto.
Por mi parte,no puedo evitar preferir un climax en el cual haya MÁS resquicios para la "opinión" que otro en el que se restrinjan. Esto en Lo Político, donde sin duda es mejor un régimen como el alemán que uno como el venezolano (por no ir más lejos). Esto para mí se mide en términos de inescrupulosidad burocrática (que en uno u otro grado exhiben TODOS, del PP hasta UPD y los "más" "liberales"). Yo prefiero los más escrupulosos, los que menos se atreven y menos necesitan (por no ser tan resentidos, por ejemplo) al "cueste lo que cueste" (por ejemplo, a prefabricar una masacre o un crimen). Los signos de tormenta se alejarían momentáneamente dando... algo más de "seguridad" personal, por ejemplo. Aunque, la tendencia general sea a mi criterio la de un zigzagueo que lleve a tormentas mayores...

Por eso la frase de Nietzsche sobre "lo humanamente útil".

(sigo en breve en un comentario aparte, pero tengo que salir. Un abrazo.)

Hugo dijo...

Obviamente, para mí, el zapaterismo-rubalcabismo-blanquismo-pajinismo... fue y es la más peligrosa camarilla de la burocracia política que hayamos podido tener en el gobierno nunca: "peligrosa" desde un punto de vista "conservador" de las actividades intelectuales "de siempre", en cierto modo, de un "moderno"...)

No lo comparto (en absoluto), pero te lo acepto. Me parece un punto de vista "interesante".

Por mi parte, no puedo evitar preferir un climax en el cual haya MÁS resquicios para la "opinión" que otro en el que se restrinjan.

Opino exactamente lo mismo. En lo que opino distinto es en que el próximo gobierno pueda aumentar el número de esos resquicios liberales.

(sigo en breve en un comentario aparte, pero tengo que salir. Un abrazo.)

Seguimos cuando quieras. Un abrazo ;)

Carlos Suchowolski dijo...

La idea que tenía cuando me interrumpí era la de extenderme en lo del "Progreso", un tema del que en realidad, como dije, he hablado en muchos posts. Dejaré una reiteración que define más o menos mi punto de vista para luego tratar el tema en el que "disentimos absolutamente":
1) la marcha de Occidente que pareció "ascencional" (para la Ilustración) en paralelo con una idea más vieja (socrática o aún previa y sin formulación hasta Platón) de la conquista por el hombre de un estatus divino, etc., se derrumba bajo la forma de una decadencia que es vista de muchas maneras por las distintas corrientes filosóficas, por ejemplo, como "enajenación" o "reificación" cuenta de la "circulación de mercancías" (esto es Marx). En cualquier caso, su doctrina volvió a mostrar que "el progreso" que se habría abierto al anular las "viejas relaciones de producción" sólo SEGUÍA respondiendo a lo de siempre: EL PODER, que no es NUNCA el económico al margen de la importancia que tenga "La Economía" (un mito de varias caras al que adhieren por igual los "contendientes")
2) Las evidencias que mencionas y muchas más (Hiroshima?, vacunas experimentales -en humanos-, etc.) al lado del creciente abismo que separa a los hombres de la divinidad que querrían ser (especialmente a las masas y a los intelectuales) favorecerá la desepción de la que también hablas, suicidios incluidos. Pero lo fundamental,o básico, es que el proceso ha entrado por una senda en la cual cada vez hay menos espacio efectivo (desde donde incidir) para los productores de discursos y los que "discutimos" y eso se refleja en unas visiones pesimistas y/o críticas que, cuando se proponen actuar y no darse por vencidos, buscan desesperdamente conservar el estatus potencial sin poner en tela de juicio lo que lo ha determinado. Ese espacio se estrecha doblemente porque la sociedad tal y como "funciona" (y tiende sufrir colapsos tal como lo hace) NO NECESITA de "la filosofía" sino de... "el marketing tacticista".
3)Si yo rechazo esas perspectivas a la vez que no veo forma de actuar hacia una salida (que a la vez no la reproduzca) es porque pretendo "instintivamente" conservar lo que he llegado a ser. Eso no me hace "justo" ya que sólo respondo por mi propia conformación al igual que los demás a la suya. Ahí es donde encaja la frase de Nietzsche (es de "La Gaya Ciencia", un libro in-dis-pen-sa-ble sobre el tema del Progreso, la ciencia, la verdad, la mentira...)
Con esto ya hay para ahondar y quizás para sentir que haya cosas en las que no concordamos... ¿Tal vez porque nos hemos hecho "diferentes"...? Bueno sería pues saber por qué, cómo, y hasta qué punto...

(sigue con el otro tema)

Carlos Suchowolski dijo...

La idea que tenía cuando me interrumpí era la de extenderme en lo del "Progreso", un tema del que en realidad, como dije, he hablado en muchos posts. Dejaré una reiteración que define más o menos mi punto de vista para luego tratar el tema en el que "disentimos absolutamente":
1) la marcha de Occidente que pareció "ascencional" (para la Ilustración) en paralelo con una idea más vieja (socrática o aún previa y sin formulación hasta Platón) de la conquista por el hombre de un estatus divino, etc., se derrumba bajo la forma de una decadencia que es vista de muchas maneras por las distintas corrientes filosóficas, por ejemplo, como "enajenación" o "reificación" cuenta de la "circulación de mercancías" (esto es Marx). En cualquier caso, su doctrina volvió a mostrar que "el progreso" que se habría abierto al anular las "viejas relaciones de producción" sólo SEGUÍA respondiendo a lo de siempre: EL PODER, que no es NUNCA el económico al margen de la importancia que tenga "La Economía" (un mito de varias caras al que adhieren por igual los "contendientes")
2) Las evidencias que mencionas y muchas más (Hiroshima?, vacunas experimentales -en humanos-, etc.) al lado del creciente abismo que separa a los hombres de la divinidad que querrían ser (especialmente a las masas y a los intelectuales) favorecerá la desepción de la que también hablas, suicidios incluidos. Pero lo fundamental,o básico, es que el proceso ha entrado por una senda en la cual cada vez hay menos espacio efectivo (desde donde incidir) para los productores de discursos y los que "discutimos" y eso se refleja en unas visiones pesimistas y/o críticas que, cuando se proponen actuar y no darse por vencidos, buscan desesperdamente conservar el estatus potencial sin poner en tela de juicio lo que lo ha determinado. Ese espacio se estrecha doblemente porque la sociedad tal y como "funciona" (y tiende sufrir colapsos tal como lo hace) NO NECESITA de "la filosofía" sino de... "el marketing tacticista".
3)Si yo rechazo esas perspectivas a la vez que no veo forma de actuar hacia una salida (que a la vez no la reproduzca) es porque pretendo "instintivamente" conservar lo que he llegado a ser. Eso no me hace "justo" ya que sólo respondo por mi propia conformación al igual que los demás a la suya. Ahí es donde encaja la frase de Nietzsche (es de "La Gaya Ciencia", un libro in-dis-pen-sa-ble sobre el tema del Progreso, la ciencia, la verdad, la mentira...)
Con esto ya hay para ahondar y quizás para sentir que haya cosas en las que no concordamos... ¿Tal vez porque nos hemos hecho "diferentes"...? Bueno sería pues saber por qué, cómo, y hasta qué punto...

(sigue con el otro tema)

Carlos Suchowolski dijo...

(segunda parte... o tercera...)

En cuanto al otro tema, que no está en absoluto separado del anterior, pienso que tu "orientación", "relativa certeza" y "dudas" se derivan en un primer plano de que valoras más "lo económico" que "lo polìtico". Y tal vez de que "confundas" lo que "debería ser" con lo que ES.
Tal vez si el mundo funcionara según unos criterios (¿de quién?) racionales
sería un paraíso, pero coincidimos en que no es así. Ni el marxismo realizó el sueño de justicia y emancipación que agitaba y justificaba formalmente con elementos de la economía liberal y de la filosofía de la emancipación ilustrada... "invertidos", ni la modernidad antes ni Heidegger después. El primero acabó en el bolchevismo y el stalinismo, etc., y Heidegger tributando al fascismo. Los discursos intelectuales más sofisticados... sólo sirvieron para nutrir consignas simples, slogans, destinados a prometer y a engañar.

El PSOE podría ser algo mejor que el que ZP y APR pusieron en marcha (algo ya iniciado seriamente con FG), pero NO LO ES (en mi post, digo que "tal vez algo mejore momentáneamente", y me refiero a eso también. Pero el problema de fondo es que "la izquierda" DICE querer establecer una Justicia Económica y eso siempre apunta (y por ello es tan útil ese slogan) a una dictadura política más o menos explícita, es decir, conservando (esta es la jugada más fructífera) las formas "democrático-representativas" (esas que tanto han acabado por desepcionar bajo el nombre de "bipardidismo", su única y final manera de ser). Esto es lo que hace Chávez en Venezuela o Putin en Rusia, y es el eje real no muy logrado (por cosas de la relación de fuerzas, etc.) que hacía de eje en el Plan de ZP. Se ve en las medidas tomadas, en los pasos dados, en las coincidencias con los demás partidos (pudo siempre haberla con el PP y puede que la haya según lo exijan la "aritmética"... como muchos proponen). Muchos de los contenidos, por otra parte, van en la dirección del fascismo (que nunca fue sino "de izquierdas" en muchos aspectos, y si no, comparemos a Stalin y hasta al actual PCChino con Hitler o Musolini más allá del folklore y de la identidad de las víctimas)

Del lado del PP, se trata de una banda de la burocracia igual de nefasta. Pero no porque sea "más capitalista" sino porque pretende chantajear a todos igualmente y aliarse con otras bandas para el mismo objetivo, conservar el poder. Lo único que por ahora al menos es diferente es que en sus filas hay menos posibilidades de hacer lo que sea, y eso daría (no porque lo concedan sino porque se cree de hecho) algunos resquicios mayores... o tal vez no. Incluso algunas contradicciones aprovechables. En cualquier caso, estammos condenados. Son básicamente lo mismo y cada vez se tiende más hacia un capitalismo supervisado controlado por la burocracias políticas y financieras (los consejeros que llevan los bancos actúan con criterios burocráticos antes que empresariales, aunque esto supone una línea casi indeleble y más hoy en día. Pero esto es casi un tema en sí mismo que dejaré para más adelante, aunque ya toqué otras veces).

No creo que se agote la controversia ya que hay muchos flecos y todo es muy complejo, pero quizás podamos afinar las posiciones un poco. Tal vez estudiando juntos la cuestión más eterea: ¿por qué diferimos (tu y yo, nosotros respecto a los demás? Marx dijo una vez (Manifiesto) "el ser social determina la concoencia". No estaba mal del todo, aunque era muy platónico aún. ¿Qué es el "ser social"? ¿No será algo más complejo que una "clase" estereotipada en términos absolutos que viene bien apenas para usarla para premiar o castigar, para distinguir a propios y enemigos, para llevar a cabo verdaderas campañas de caza de brujas...? Si damos con una buena definición de ser social, tal vez hayamos avanzado mucho.

Un abrazo.

Hugo dijo...

Con esto ya hay para ahondar y quizás para sentir que haya cosas en las que no concordamos... ¿Tal vez porque nos hemos hecho "diferentes"...?

Eso es lo bonito. Ser lo suficientemente diferentes para enriquecernos mutuamente pero no demasiado diferentes para no echar a perder una agradable y posiblemente fructífera amistad.

valoras más "lo económico" que "lo polìtico".

No lo creo. Para mí la política, más concretamente, la filosofía política, está por encima de cualquier posible organización económica de la polis. De ahí que me preocupen quienes, por avaricia o desconocimiento, creen en el capitalismo y en el crecimiento económico por encima de todas las cosas, especialmente por encima de las cosas políticas, éticas y otras igualmente necesarias. También me preocupan, desde luego, quienes en nombre del "anticapitalismo" y de "un mundo feliz" pretenden conseguir mayores cuotas de poder. El dogmatismo de Willy Toledo, por mencionar una cara mediática, también me da miedo.

Los discursos intelectuales más sofisticados... sólo sirvieron para nutrir consignas simples, slogans, destinados a prometer y a engañar.

Entonces no eran discursos intelectuales ;)

Son básicamente lo mismo y cada vez se tiende más hacia un capitalismo supervisado controlado por la burocracias políticas y financieras...

Radicalmente de acuerdo. Por eso propongo rechazar razonadamente tanto el Estado (donde se concentra desmesuradamente el poder) como el Mercado (causa y a la vez efecto de dicha concentración de poder). Que se consiga o no lo que propongo es otra cosa. Pienso que lo importante aquí es descubrir cuál de entre todas las opciones disponibles parece ser la más indicada para, en primer lugar, mantener la vida en la Tierra, y con ella, una civilización humana sostenible, radicalmente democrática, culta y feliz.

¿Qué es el "ser social"?

En mi opinión, el ser social es un concepto creado por nuestra mente para dar cuenta de un hecho natural, a saber, que los seres humanos necesitamos convivir con otros animales, a poder ser humanos y no humanos. Y la mejor manera que se me ocurre de garantizar una situación como esa no es ni mediante una dictadura, ni mediante una "democracia" representativa ni mediante el culto al libre mercado que todo nos lo dará si nos portamos "bien" (El Mercado, sustituto de Dios, proveerá).

Un abrazo.

Carlos Suchowolski dijo...

Mi frase "¿Tal vez porque nos hemos hecho "diferentes"...?" apuntaba al "nosotros" en tanto que "humanos" y no al tú y yo. Quise y quiero resaltar con ello que ese "ser social" al que tanto se apela "filosóficamente" (o sea, como icono, como "esencia", etc.) es un resultado individual más allá de las similitudes porcentuales: lo es en sí, es decir, debe estudiarse la genealogía de cada uno en un mundo dado concreto (lleno de interacciones más o menos próximas) para comprender el sentido o por qué de sus "autoexplicaciones" y conductas (que pueden o no coincidir con muchos circunstancialmente pero que sobre todo se adoptan en común por una idiosincrasia heredada, débil y reflexiva).

Cuando me refería a la valoración de lo económico quizás debí decir social. Hay una predisposición "paradigmática" en estos tiempos de "socialdemocracia" y "mala conciencia" occidental a considerar que si no hay "redistribución solidaria" no hay "libertad" (Sartre hablaba de que el hambre desdecía el sentido que la intelectualidad acomodada le daba al término, acusándola -sin acusarse a sí mismo por el mero hecho de "tomar partido"-). Podría haber un residuo de tales consideraciones. Lo cierto es que no hay libertad en absoluto en el sentido que se promete como resultado de "la revolución", es decir, de acabar con "el mercado"... A ver, porque esto es muy enrevesado: "el capitalismo" no es la "última etapa" de la dominación del hombre sobre el hombre; podrían inventarse cosas peores (y en esa dirección marchamos, se llegue o no que es otra cosa).
Lo que por lo visto no puedes dejar de ver (ya que para no verlo hay que adoptar una de las posturas militantes y tú lo rechazas, como yo sin duda), es que las banderas que se alzan en uno u otro lado, aparentemente contradictorias, sólo tienen un contenido: alcanzar el poder (lo que requiere aglutinar masas y organizar una vanguardia -¡esto sobre todo!- en torno a algunas "promesas" y "esperanzas". ¡SÓLO por el PODER!

Pues esa dinámica es la que hay que estudiar para comprender hacia dónde vamos en cada momento. Y, como dije antes en uno de los comentarios:

"3)Si yo rechazo esas perspectivas a la vez que no veo forma de actuar hacia una salida (que a la vez no la reproduzca) es porque pretendo "instintivamente" conservar lo que he llegado a ser. Eso no me hace "justo" ya que sólo respondo por mi propia conformación al igual que los demás a la suya."

(sigue...)

Carlos Suchowolski dijo...

(continuación y finale del comentario...)

Y "proponer" una "ciudad buena" o "mejor" como sostenía Platón, no hace sino plasmar nuestras humanas tendencias a la dominación... lo que, en cuanto se ponen instrumentos y prácticas efectivas para su consecución, se acaba siendo miembro de una u otra facción en marcha hacia el Poder (se consiga o no). Ya lo dijo Rouseeau: "hay que hacer libres hasta a quienes no lo quieran".

De ahí que sostenga contra los 15-Ms que "si ese no es el pueblo..." porque no es por nada a mi criterio (y menos por estupidez congénita o insuficiencia cultural -del bagaje de uno u otro iluminado-) que ese pueblo actúa como actúa, equivocándose aunque fuese siempre en tanto sólo habrá "salidas" para ciertos individuos y nunca "para todos" y MUCHO MENOS "sublimes y puros".

"Los discursos intelectuales más sofisticados... sólo sirvieron para nutrir consignas simples, slogans, destinados a prometer y a engañar.", en el sentido en que fueron EXTRAIDOS por los burócratas que se la juegan a cualquier precio para hacerse con el poder. Estos, claro, como bien dices, "no eran (...) intelectuales". Pero el asunto, sistemáticamente repetitivo desde Platón en concreto, dice mucho acerca de la utilidad de los "discursos" en un sentido práctico. Los "discursos" en realidad, cumplen también una función de autoprestigio y de realización personal (a veces compensadas económicamente) y nada más. Corresponden a una estrategia de supervivencia de un grupo específico entre otros (de supervivencia y por ello de estar junto al poder o detrás del poder, que cada vez se realiza menos.... ¡punto clave este!).

En ese sentido, tanto tú como yo y "pocos más" rechazamos y rechazaremos todo lo que atente contra nuestras preferencias. Tampoco podremos evitarlo ni siendo ultrapesimistas (como yo).

"...lo importante aquí (NO) es descubrir cuál de entre todas las opciones disponibles parece ser la más indicada para, en primer lugar, mantener la vida en la Tierra, y con ella, una civilización humana sostenible, radicalmente democrática, culta y feliz" SINO... EN QUÉ CONSISTE LA DINÁMICA que hace que las cosas NO SE PUEDAN CAMBIAR mediante los discursos y rechazos formales!

De ahí la desesperanza intelectual (que se ha ido agravando en el tiempo como he ido refiriendo en un sentido historiográfico muchas veces antes) y de ahí que nos hallemos (en general) más que nunca entre la espada de la claudicación (burocratizarnos) y la pared del exilio, la prisión, la condena a muerte o el suicidio, a la vez que, más que nunca, seamos capaces de mirar hacia adentro y no desde arriba, desparramando la corona de humo que nos gusta ceñir en la cabeza y que nos daría el título de "reyes de la conciencia humana", algo que para "los pueblos" (otros "seres sociales") siempre fue objeto de burla o de desprecio (como bien lo vivió Zaratustra/Nietzsche cuando bajó a predicar de la montaña).

Un abrazo y seguimos...

Váitovek dijo...

Carlos:

Te veo muy avanzado en tu camino de santidad. En estos momentos transitas a la vez el Eclesiastés y la visión de Sidharta Gautama del "mundo en llamas desde siempre y para siempre".

No es verdad que todas las sociedades humanas hayan estado atrapadas por el juego de jaque mate de la polis, como tú mismo indicas.
Pero claro, desde la conciencia de la polis, obsesionada por el número ( y sólo como "+"), se corta de raíz esa amenazante posibilidad declarando que ésas sociedades éran así porque sus miembros eran pocos, no por sus estructuras constituyentes. Llegados a ése nivel de majadería y sofisma, toda argumentación debe cesar.Se impone la edificación, con su inevitable cortejo de destrucción ( o es que todavía queda algún idiota que no se haya fijado que no se puede cambiar sin destruir?).
Respecto a la "eficacia" en la formación de órdenes sociales de los "Hijos del Hombre",de los campeones de la conciencia, los míticos legisladores de los mitos de todos los pueblos (pobre Nietszche, llegó a creerse que era uno, cuando no era ni siquiera Juan el Bautista!) hay que decir que es toda, por un lado. Sidarta Gautama reórdenó todo Asia, y el Judío errante todo Occidente, por ejemplo.
Ahora bien, esos campeones se han hartado de decir que la "solución" no es ni será nunca la sociedad feliz e inmortal, sino todo lo contrario, que es intrínseco al orden natural y al social la ley de hierro que impone la destrucción y el infierno como condición de todo cielo y creación. En suma, un pensamiento cíclico pero articulado densamente y siempre en marcha, pero sólo desde sí y hasta sí.
No un anillo autoidentidario como pensó Nietszche, que se estrelló ante la articulación OTRO/LO MISMO, sino más bien con la forma de la cinta de Moebius, que reproche una vez más la suve elegancia del símbolo del infinito o al espiral que converge sobre sí misma divergiendo de sí misma.
Conclusión: Muévete o no te muevas, "but take no thought of the harvest, but only of proper sowing", como sintetizó tanbien TS Elliot.

Respecto a Armas/Riquezas, es como el huevo y la gallina. Así que te desafío a qué me digas qué es esa "/" que separa a ambas.

Abrazo

Carlos Suchowolski dijo...

Hola, Sr. Dhavar. Je... así es, hay que desgastarse como un santo cualquiera... lo que en parte es autodestrucción u ofrenda a los dioses que damos por nuestros creadores a falta de "otro ANALISIS"...
Al respecto, tanto de la santidad como de la creación, observo que prefieres las referencias oscurantistas al análisis crítico. Es sin duda más literario, pero menos "comunicador" (en estos tiempos al menos). Y tal vez menos santo que lo que subyace a mi "dedicación infructuosa". Precisaré en torno a las aristas (aunque no sea sino para aclararme a mí mismo):

El "peso" de las polis sin duda nace en un momento y un espacio específicos y no es ni absolutamente ni intrínsecamente "de la humanidad", ni como "deber ser" o esencia ni como meta mesiánica ni como única posibilidad basada en la prehistoria. Simplemente (para mí) es por donde pasó Occidente (eso que llamamos así) en su particular marcha hacia la complejización (algo para nada "necesario" o "fijado en su destino" desde "siempre"); una marcha cuya interpretación o relectura "adecuada", realizada obviamente por una parte de sus integrantes -los "filósofos" a partir de un momento dado, momento en que se constituyen las primeras Polis en sentido estricto, o al menos las Polis Democráticas, como Atenas. Y dejo adrede de lado las Polis-Reinos donde el Rey y el Sabio o Legislador eran una sola cosa, porque el tema debe ser tratado aparte-, sirvió además para justificar las formas de la fragmentación social que se fueron adoptando.

En cuanto a que los intelectuales no son eficaces directamente, me refiero a la etapa en la que se separa el poder directo hereditario de la sabiduría. Sidarta era un príncipe sabio que opta por levantar un reinado sin posesiones, de tipo monacal (hay buenas referencias al estilo en Bataille cuando habla del Tibet). Pero sin entrar en detalles de experiencias no-occidentales, de las que no hablo en mi post ya que me concentro como dije en Occidente, digamos que creo demostrada la ineficacia política de los pensadores desde Grecia hasta hoy. Ello creo obedece a una opción elegida como la que mejor se adaptaba a sus apetencias idiosincrásicas: pensar a costa de discípulos y/o Estado, y rechazar mancharse las manos con sangre y renuncias a "lo máximo" de manera directa, por lo que "esperaban" el "sano" remedio de sus enseñanzas sobre los reyes del futuro...

Si lo miras bien, esto se ha depreciado mucho, pero continúa dándose... En todo caso, se ha democratizado.

El reto final es muy interesante y motivador:

Riqueza es algo que se define cada vez y en cada sitio, sirve más para confirmar al poderoso que la ostenta (o destruye, o reparte...) que para elevar al poderoso. El poderoso es quien puede tenerlo (o el que se la apropia para serlo). En realidad, la similitud (tautológica) sería entre "posesión de la Riqueza" y Poder: pero el huevo es antes que la gallina y fue conquistado demarcando un territorio y lo que la natura daba (domesticando) para sostenerse. El Poder simplente apeló a la Riqueza (incrementarla, destruirla, redistribuirla, desgastarla en mera ostentación "no productiva", etc.) pero pudo apelar y apeló en la historia a otros iconos. El propio caso de los monjes budistas es un ejemplo: Buda está situado en la cúspide, donde el Nirvana, donde lo tiene "todo" menos "todo lo que desprecia" por "secundario", "superfluo", "carnal", etc.
Y creo que esto es apenas un esbozo apresurado que seguro tiene aristas sin pulir...

Un abrazo y hasta luego.

Váitovek dijo...

Yo no soy nada oscurantista, o en todo caso considero que la figura del filósofo es la forma degradada del hombre completo, precisamente porque se constituyeron como dices a base de no mancharse la manos.(A diferencia de un Manu, Un Moisés o un Gilgamesh) Su primera regla es: Escamotear el cuerpo. La segunda : Nadar y guardar la ropa.
La tercera: Ser objetivos. Es decir, experimentar en todo lo que no sea yo.Mantenerse como espectador (ya sabes, todos los espectadores de fútbol juegan mejor que Cristiano Ronaldo)
Los filósofos son la clase de figura que, como se decía de los Fariseos, enseñan sin "poder" (exousía), a diferencia del Judío Errante, que mostraba el poder que provenía de su saber en obras inmediatas, en primer lugar en su cuerpo, como hace igualmente un guerrero Zen.
La filosofía, en cuanto etapa Kindergarten por la que hay que pasar, vale.
El filósofo "moderno",nacido en la más que sobrevalorada "Grecia", que finge que es "Sopho", o que es imposible serlo y que ser consciente de ello les hace superiores, es una criatura patética e hipócrita, que hace de su falta de cojones su mayor virtud,y que merece sobradamente el desprecio que el hombre vivo y actuante le dedica.
Por tanto ,el oscurantismo es la filosofía en sí misma, que se pasa todo el día diciendo "non plus ultra, non plus ultra", como virgencitas victorianas.Puro juego de ilusión y espejos. Por eso siempre han proporcionado las armas básicas de engaño y sometimiento mental a los monarcas.
Por eso le tengo tanto cariño y respeto a Nietzsche, porque no "filosofaba", sino que Nietzsche luchaba con Nietzsche hasta el final,como hacen los hombres, no los mariquitas filósofos, y era por ello Asceta, la ocupación más práctica e inmediata que existe.

Respecto a Armas/Riquezas. Es más simple. La "/" es simplemente la Inteligencia, origen de todo utensilio y saber.
Así, Uk, tras mucho cavilar, descubrió cómo hacer fuego. Sin eso, ni armas ni agricultura ni hachas ni nada (me refiero al ingenio de Uk, no al fuego).
Ahora bien, una vez en marcha el sarao civilizatorio, con dinero compras armas, y no al revés, y entonces te haces con lo que te dé la gana.

Abrazo

Hugo dijo...

Y "proponer" una "ciudad buena" o "mejor" como sostenía Platón, no hace sino plasmar nuestras humanas tendencias a la dominación...

No niego esa tendencia en mí. La reconozco, y por eso quiero que el poder esté lo más repartido posible, para evitar así hacerme/hacernos daño.

Los "discursos" en realidad, cumplen también una función de autoprestigio y de realización personal (a veces compensadas económicamente) y nada más. Corresponden a una estrategia de supervivencia de un grupo específico entre otros (de supervivencia y por ello de estar junto al poder o detrás del poder, que cada vez se realiza menos.... ¡punto clave este!).

Lo admito. Admito como correcto tu diagnóstico, pero no comparto tu conclusión, esto es, "quedarnos quietos" para no seguir empeorando las cosas.

"...lo importante aquí (NO) es descubrir cuál de entre todas las opciones disponibles parece ser la más indicada para, en primer lugar, mantener la vida en la Tierra, y con ella, una civilización humana sostenible, radicalmente democrática, culta y feliz" SINO... EN QUÉ CONSISTE LA DINÁMICA que hace que las cosas NO SE PUEDAN CAMBIAR mediante los discursos y rechazos formales!

Eso también. Pero mientras descubrimos esa dinámica, yo voy a seguir intentando "salvar mi culo" y el de los que me importan, que son muchos y muy variados ;)

De ahí la desesperanza intelectual (que se ha ido agravando en el tiempo como he ido refiriendo en un sentido historiográfico muchas veces antes) y de ahí que nos hallemos (en general) más que nunca entre la espada de la claudicación (burocratizarnos) y la pared del exilio...

No me gustan los psicologismos (reducirlo todo a lo psicológico), pero de vez en cuando viene bien recordar que todo lo que pensamos, todas nuestras "grandes ideas", están condicionadas por el estado actual de nuestra mente, que a su vez está influido por el estado físico del cuerpo. En ese sentido, podemos intentar ser optimistas aun cuando las circunstancias nos lo pongan difícil (http://www.blogseitb.com/cienciayhumanismo/2009/06/26/el-colega-que-decidio-ser-feliz/). Y si no podemos... bueno, si no podemos al menos siempre podremos reconocer que nos falta serotonina en el cerebro ;)

Un abrazo. Interesante intercambio de inquietudes. Hasta la próxima.

Carlos Suchowolski dijo...

Bueno: no oscurantista, perdón, "algo esotérico" sería más justo.

Lo de con "dinero, armas", díselo a los criminales, a los piratas, al terrorismo (el local sin ir más lejos), el que Pepiño hizo sin armas ni dinero parando en las gasolineras -¡lo hizo y hacen hoy en día gracias a los buenos amigos y al encumbramiento...!-, etc.). Las armas se pueden comprar a crédito o robar, sin dinero, siempre que las promesas de devolverlo con creces sean aceptadas. Así fue como obtuvieron armas los taliban o la oposición libia, por ejemplo. La riqueza sale de la tierra y se convierte en tal por el trabajo (al margen de todas las falsas teorías del valor al respecto) y se reconoce o no como tal de maneras diferentes según criterios histórico-sociales. La del dinero es una versión reciente en términos relativos (la libertad de disponer individualmente de mercancías y/o moneda tuvo un comienzo, pero el poder lo tuvo anteriormente). Allí donde "todo" se considera de Dios y de su corporización terrestre (el jefe, rey, inca, etc.) no hay poder que se pueda comprar sino sólo arrebatar por medio de la guerra o el engaño. (Hay que fijar los marcos más concretamente, pero vale como idea)
Un abrazo.

Carlos Suchowolski dijo...

Querido Hugo:

No pretendía decir y menos proponer "la quietud" o el Abandono" ni el "silencio" pero MENOS la labor de la hormiguita dentro de un hormiguero al que no sabe que responde (o "rebaño").

Me refería a no buscar medios "prácticos" para edificar el mundo que se sueña sin saber por qué se sueña ese mundo. Eso hizo Marx y ahí está el resultado. Y lo único que se "aprende" es "cómo hacerlo mejor", sin repetir los mismos desgastados eslogans, etc. Lo cierto es que para cambiar el mundo hace falta quien esté dispuesto a aliarse con los demás (muchos) o exterminarlos. ¿Cómo se llegaría y a qué de otro modo?

Sin embargo, la propia idiosincrasia nos lleva a actuar (¡muy bueno por cierto el apunte sobre la psicología y lo genético, coincido y veo en ese recóndito origen la base de todo, aunque hay que reconocer las formas que se edificaron sobre esabase y tienen hoy entidad propia!). Sólo que me abstengo de intentar liderar como forma de mi acción y seré consciente cuando al sumarme tal vez a las barricadas en las circunstancias extremas... me sumaré a las órdenes de quien antes o después nos traicionará a todos... y hasta me matará (por disidente, por ejemplo; o por "sugerir" una ruptura de la "indispensable unidad de acción".

Bueno, entiendo que esto continúe en otra parte, a cuento de otras anécdotas y descipciones. Y supongo que el tema seguirá igualmente siendo un monotema. ¿Acaso no es el verdadero problema de hoy?

En fin, muchas gracias Hugo por este sin duda interesante intercambio.

Un abrazo y hasta otra (lo espero).
Carlos.

Hugo dijo...

Me refería a no buscar medios "prácticos" para edificar el mundo que se sueña sin saber por qué se sueña ese mundo.

Touché (^_^)