jueves, 31 de mayo de 2007

El plan Z del espacio exterior

Era lógico, aunque en absoluto una garantía a corto plazo, que el Plan Z hiciese agua y bastante factible que lo hiciese a la vez por más de los cuatro costados.

Sin duda era un proyecto luminoso (o más bien iluminado, como muchos generalmente de esa franja denominada derecha decían) ese de pretender gobernar lo suficiente como para legarle a su partido un poder perpetuo. Al final, no pasará de realizarse a medias y utilizando formas y herramientas que no estaban en el Plan. O abandonarlo. O ser expulsado con Plan y todo. Esas sin duda son las tendencias, que ya eran desde antes...

El plan, que algunos (yo al menos) denunciamos desde un principio y que poco a poco fue haciéndose popular con más o menos rigor a través de periodistas y políticos de la oposición (muchos no se animaban a ir muy lejos por consideraciones estratégicas, o por temer peligros de deslizamiento fuera del gran grupo de partidócratas gobernantes, o por la misma limitación ideológica vinculada a eso último), debió ser propuesto en secreto a la jerarquía del PSOE como "programa" para ganar, en primer término, la dirección del partido y luego "la guerra". Y sin duda convenció, ya que permitió el triunfo de Zapatero en la primera fase interna y en la primera batalla del mundo exterior. ¡Fue algo similar a lo que sirvió a Aramís para hacer suya la dirección imaginaria de los jesuitas en la novela de Dumas: un secreto de hierro... en este caso, de fierros! Y, por cierto, que así fuera explica la existencia previa de esas escabrosas y tan mentadas conversaciones políticas de ya veremos qué y cuántas consecuencias.

No puedo pensar de otra manera y por ello no puedo sino maravillarme de la conducta que siguió toda la burocracia, la propiamente política e incluso la cultural, por llamarla de algún modo a pesar de sus limitaciones.

El sueño teleonómico por excelencia de todo grupo burocrático moderno, tenía en el Plan Z un senda concreta que pasaba por reducir al PP y a la derecha a una posición perpetua de oposición, ya fuese dentro del país o en el exilio (esto, que parecerá un exabrupto o una licencia literaria de las más febriles, empezó hace tiempo en el País Vasco, de donde el Plan Z tomó sin duda algunos modelos), ya fuese mediante marginación o mediante la consecución de un cisma.

El plan requirió, por ello, de los siguientes instrumentos tácticos:

0) hacerse, para empezar, con el poder que las condiciones iniciales amenazaban volver a dar al PP (sin comentarios)

1) alianzas NO PROGRAMATICAS del PSOE con TODAS las demás burocracias políticas sin excepción. Ni comentarios.

2) reducción de las limitaciones burocrático-técnicas adversas , principalmente obstáculos institucionales, como, sólo a modo de ejemplo, la existencia de demasiados jueces conservadores o liberales (o simplemente constitucionalistas, democráticos o serios), o sea, no subordinables a las razones de Estado que se adujeran en connivencia y concordancia con el plan general y TODAS (sin comentarios) sus servidumbres.

3) apoyaturas económicas y mediáticas tanto nacionales como internacionales y diversos medios de financiación y medios de pago de TODOS los favores y servicios realizados obviamente necesarios. Sin... por supuesto.

4) recuperación bajo la forma de una memoria histórica sesgada de los iconos republicanos, de no alineación, de tipo redistributivo y de reivindicación homosexual, pacifistas, etc. necesarios para retribuir ideológicamente a los apoyos más generosos y desinteresados. No hace falta comentar nada, ¿no?

5) lista de escándalos posibles a ventilar en situaciones difíciles o contramedidas (esto fue muy útil y lo habrá parecido más, y por eso figura en esta lista, es decir, por característico.) Tampoco.

6) argucias oscurantistas, silencios confusos, justificaciones barrrocas y desvergonzadas apoyados por una prensa cortinilla y orientadas no sólo a conservar su público sino a hacer pisar el palito a la oposición para sorprenderla in fraganti y acusarla de deslealtad, ilegalidad, etc. etc. etc. Aquí hay que decir que se contó (en el estilo de las viejas dictaduras y en el de las más novedosas como la de Venezuela) con profesionales del periodismo, incondicionales en un grado propio de dictaduras burocráticas extremas. Periodistas inscritos además en una maquinaria fuertemente organizada y financieramente poderosa que no parecía compatible con el capitalismo privado y la democracia formal (lo que muestra la riqueza posible de la realidad de la que casi siempre se duda.) Algo que resultó fundamental en la construcción de una base militante fervoroza y ciega como la conseguida por el actual PSOE, tal vez al borde invisible de la frustración ante el fracaso y lo que seguirá posiblemente en breve.

7) inserción en las instituciones clave y en el tejido social hasta donde se lo permite la falta de un clero o de una red de porteros aunque contando con muchísimos maestros, algo que se consiguió a medias y que ya veremos como evoluciona hacia la catástrofe (que no tiene por qué ser alcanzada aunque se tienda a ella.) Comentario: aquí entran los actores de cine y los policías allegados.

Quedan más elementos decisivos, pero por ser menos específicos del fenómeno, me los salto. Y es obvio que no todo se pudo desarrollar hasta donde hubiese hecho falta.

Porque ahora todo eso empieza a hacer agua. Y si hacemos un ejercicio de imaginación no muy aventurada, algunos, muchos o casi todos de los "elegidos" podrían acabar en el banquillo o en paraísos dictatoriales amigos, o ambas cosas a partes iguales...

El Partido al que se le prometió la Gloria Eterna, podría acabar atomizado... Realmente atomizado, ya que lo de Rosa Díez es apenas un síntoma. Habrá que esperar que se escuchen voces más contundentes y significativas, como la de Chávez que diciendo menos ya está diciendo bastante. O González. O Bono, que se la tiene jurada...

Europa puede ponerle un cerco.

Las pequeñas burocracias aliadas pueden desertar del todo para no hundirse con la Rata Grande. Hubo recolocaciones mínimas aunque significativas y rumores que se están incrementando. La cuenta atrás empezó antes del 27/5 y acaba en apenas unos meses.

El Plan Z, va mostrando pues su carácter alienígena después de haber evidenciado de sobras que era maquiavélico. Su vocación de estar orientado hacia el espacio exterior es cada vez más clara. Pero hay palabras que se aproximan solas, como alienígena y alienado, exterior y extemporáneo.

Hubo mandatarios que huyeron en coche, otros en helicóptero y hasta en aviones militares. Quizá asistamos al primero que parta de aquí, es decir, de La Tierra, en cohete, con Sebastián a los mandos o quizás en la bodega y Simancas averiándole el manguito del líquido de frenos con una rabia mal contenida que al final lo mismo sólo se corta los cordones de sus propios zapatos.

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