A base de navegar de un puerto más o menos coincidente a otro, resultó que hoy me topé con un artículo que apunta en buena medida en la misma dirección que mi entrada anterior ("Los sentimientos, la razón y lo imaginario".) Sin duda la mente humana trabaja siempre en direcciones similares para hallar más o menos lo mismo. Sin duda, mundo y observador/mundo y actor son los mismos con muy progresivas variaciones (debidas también al hombre, claro.)
"Eterno retorno" ligado a la necesidad conservadora de la vida. En el ser humano, al conflicto/alianza intrínseco entre sensibilidad y cognición, de la que pretendemos evadirnos creyendo, dogmatizando incluso, imaginando, proyectando, construyendo mitos, etc., y cambiando por el camino, poco a poco, la realidad, la nuestra, la del mundo.
Tratando el tema de la felicidad y la salud, Ruut Veenhoven sostiene prácticamente lo mismo.
Sirva el link para que conste y para ampliar el campo de la discusión al respecto.
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