miércoles, 8 de abril de 2009

Nueva broma en la polis, nueva desfiguración política

¿Es posible retomar simplemente los trabajos pendientes o abordar los más placenteros o, en todo caso, transmitir las emociones vividas en mi reciente viaje, exponer las sensaciones que producen los regresos y los nuevos descubrimientos, reflejar pensamientos literarios (a fin de cuentas eso serían) despertados por el impacto repetitivo de las mismas huidas, inmersiones, refugios...? Quiero decir, sintetizando: ¿es posible sin antes responder a la Polis que nos provoca de tamaña manera con una nueva escena de la pantomima política a la que asistimos impotentes (porque ya no hay drama histórico -¿todavía?- ni disposición -¿aún?- para salir a quemar al que se habría vuelto loco -¿y hoy sólo lo simula?-), una escena que parece tan sólo remozada sobre la base de la escena previa y aún de todas las previas, y que también parece tener la misma significación que todas... aunque pocos o nadie, por lo que manifiestan, lo comprenda cabalmente?

¡Hoy es lógico que nos parezca (a muchos) una burla (incluso a quienes la celebren precisamente por considerarla tal)! ¡Una bofetada y hasta una patada en pleno vientre... por no decir que más abajo para quienes nos consideramos como poco cultos y sensibles, para quienes nos indignamos un momento entre otros, un rato ante uno u otro telediario, para seguir bastante cómodos... viviendo -¿por ahora?- mientras el temor -no como "antes", en realidad no tanto- nos parece cosa de hipocondríacos sociales!

Pero si lo miramos algo más de cerca podemos observar (¿o presuponer?) que bajo formas repetitivas de la misma burla (burla a los ciudadanos, burla a los opositores, burla a los esperanzados, burla a los decepcionados... burla en sí casi, casi...) se oculta un paso más de una marcha que parece imposible que no acabe sino en un intento fallido.














Pero un paso más en algo es algo nuevo y sobre todo algo que reconfirma la tendencia del conjunto. Para describirlo simple y sintéticamente, yo diría que es la fusión del aparato con el gobierno, que es una variante de la herrumbrada nomenklatura que muchos dan por superada. Es decir, algo que pone en evidencia la tendencia de la que tantas veces he hablado.

Me pregunto no obstante (no oculto que para invitaros a hacerlo conmigo): ¿es que esta gentuza sigue alguna suerte de manuales pre escritos o es que simplemente dan una y otra vez con esas salidas por mero instinto o mera idiosincrasia, por mero efecto de una ley determinista que regiría su conducta ciega hacia una meta necesaria (no para nosotros, claro... o eso diríamos sin duda) sea o no alcanzable, sea o no posible en toda su dimensión, sea o no deseable por las mayorías usurpadas tanto mediante el mecanismo como mediante el discurso, sea o no beneficiosa desde el punto de vista de la lógica e incluso desde el punto de vista siempre parcial de la experiencia histórica, para la sociedad en su conjunto o de algunas de sus partes, incluso para poco más que lo que podríamos considerar mezquino... aunque un día algunas de sus obras públicas despierten admiración como a casi todos nos la despierta hoy el Duomo de Florencia o el Panteón de Roma, entre otras obras nacidas del interés o la necesidad imaginaria de los poderosos de entonces... sin duda más artísticos, sofisticados y vanidosos sin duda que los que nos han tocado soportar ahora... tal vez porque les basta con tener suelos de madera alrededor de su piscina privada, incluso de la que usufructúan mientras el cargo dure?

Hay sin duda muchas cosas en este mundo nuestro que "parecen mentira", que cuesta una enormidad comprender, que sin duda nos empujan a suponer diabólicas intervenciones o castigos neméticos, a atribuir a oscuras causas que no seríamos capaces de comprender, a pensar en raptos de la mente ajena, alienaciones del tipo de la que en otras épocas llevaron al incendio de Roma al pulsar de una lira o a diálogos con un caballo predilecto (y desde entonces hasta los holocaustos, genocidios, barbaries, ridiculeces terribles, bromas cada vez más nefastas y dolorosas... Hitler, Jemeres Rojos, Diamantes de Sangre, etc.), a pensar que haya algo enfermo en el hombre, a pensar que haya un error en la vida...

Nos rodean los logros aclamados de la Historia: tecnología, comodidad, diálogo transaccional, racionalidad, estética... ¿Cómo es posible, nos preguntamos los que pensamos en una u otra medida, que a pesar de eso surjan estas "cosas", suban "esos" miserables y desde arriba se burlen con el consentimiento interesado de otros que en el fondo (como eso demuestra) son sus iguales en todo su sentido y su más íntima significación? ¿Cómo es posible, insistimos, o tendemos a hacerlo mejor dicho, al menos en mi caso, que nadie -¡muy poco menos que nadie!- salga al paso con la indignación pertinente y simplemente... siga esperando, siga... dejando hacer...?

Tengo que reconocer, sí, en consecuencia, que no es fácil alcanzar una explicación que no lleve a denigrar a la entera humanidad a la que pertenecemos y a su entera historia, esa misma cuyos productos tanto nos asombran y conmueven (catedrales, palacios, frescos, pinturas, pensamientos...) nacidos sin embargo de la misma necesidad espúrea y mezquina de manifestar el poder propio ante la competencia y los propios súbditos para inducir a la contención y al miedo, para conseguir que quedase claro quién era quién, quién retenía el derecho de burlarse o de castigar al burlador. ¡Denigrarla como si nosotros sí fuéramos puros! ¡Como si nosotros sí pudiéramos ofrecer al mundo la ciudad sana y al mismo tiempo ideal... bajo nuestra propia dirección!

Una y otra vez, me parece, caeremos, inevitablemente, en esa contradicción atenazante... Y mientras tanto, unos pocos contemplarán a los más como si fueran animales sueltos dominados por animales pasiones... sin reconocer las propias apenas disfrazadas de nobleza... Y esos pocos... volveremos a indignarnos y seguiremos soñando con ciudades idílicas... "verdaderamente humanas". Sin duda, la tentación socrática de la que una y otra vez enfermamos sin alternativa estable los intelectuales... asistidos por la propia benevolencia hacia uno mismo.

12 comentarios:

Hugo dijo...

"¿Cómo es posible [...] que nadie [...] salga al paso con la indignación pertinente y simplemente... siga esperando, siga... dejando hacer...?"

Bueno, quizá desde un punto de vista biológico o evolutivo esto sea "normal", quién sabe. En ese sentido, sólo nos quedaría aceptarlo y... trabajar para modificarlo en lo posible jaja.

Según C. Wright Mills esto se debería al "robot alegre", un concepto muy similar al de "alienación" o "enajenación" en Marx:

"El problema definitivo de la libertad es el del robot alegre, y surge hoy en esta forma porque hoy se nos ha hecho evidente que no todos los hombres quieren por naturaleza ser libres; que no todos los hombres están dispuestos o son capaces, según los casos, de esforzarse en adquirir la razón que la libertad exige."

Hasta aquí mi breve aportación a este post. Un saludo :D

Carlos Suchowolski dijo...

... y un buen aporte sin duda (no conocía lo del "robotito"; y parece interesante), gracias Hugo. Yo en principio me he ido alejando tanto de la idea de una "alienación" que creo que sólo caigo en algo así porque "es más cómodo" y también porque "es propio de los seres reflexivos" que de otro modo no comprenden la conducta de los "robotitos alegres".

De alguna manera, pretendo sostener un enfoque que explica toda conducta como forma compleja resultante de la evolución. No quisiera que se pensara que me "reduzco" a lo biológico o genético, sino a que las cosas inicialmente más simples están en la base antes de hacerse complejas y hasta "enrevesadas", o sea, hasta hacerse difíciles de "explicar" (lo que a su vez se debería a una resistencia "necesaria").

Ya Tocqueville, en su muy jugoso "El Antiguo Régimen y la Revolución" expuso evidencias acerca del mayor interés en las reformas que en la libertad por parte del "pueblo" alzado. Por eso, creo que una y otra vez se "prefiere" (masivamente) encumbrar a gobernantes en los que se "prefiere" confiar. Habría para unos u otros "muchas" otras ocupaciones preferibles que hacerse cargo de las "urgencias de la Polis". Sólo existiría una "minoría" que "acepta" (también por comodidad a su manera) "tomar el poder" y usufructuarlo.
¿No te parece?

Hugo dijo...

Oh, sí, claro que me lo parece jaja.

Hay un texto de Sheldon S. Wolin muy interesante y que tiene que ver con esto. Lo "postearé" en breve. Es sobre el "totalitarismo invertido" :P

Un saludo.

Carlos Suchowolski dijo...

Muy interesante, permaneceré atento.

Carlos Suchowolski dijo...

Hola de nuevo, Hugo: ¡he indagado en Wright Mills y quería agradecerte un poco más el apunte. ¡Tengo que leerlo! Por supuesto, je..., que no estaré de acuerdo con su "compromiso", pero todo indica que vio los problemas, como muchos otros a los que les pasa lo mismo (es decir, je..., sus interpretaciones posteriores -o previas!!!- y los "compromisos" que asumen luego no cuentan con mi aprobación). Viendo por dónde fue, no me extraña que haya supuesto "necesariamente" la "alienación".
Un abrazo.

Carlos Suchowolski dijo...

¡Vaya país... he tenido que pedir "La imaginación sociológica" en inglés y a USA! ¡Uffff...!

Hugo dijo...

Si lo sé te paso el mío jaja.

No sé si es por la traducción del libro, la retórica de Mills o mi inexperiencia con este tipo de literatura... que el libro me ha parecido en algunos momentos realmente aburrido. Hummm... yo apostaría a que fue lo último :P

Pero no te lo voy a chafar, seguro que te gusta jaja. Un saludo.

Carlos Suchowolski dijo...

Oh, ni siquiera lo imaginé... y parece que lo tienes en castellano... cosa que dí por inexistente porque no lo encontré (¿estará agotado o descatalogado?). Bueno, ya está, de todos modos supongo que entresacaré datos o apuntes interesantes (al margen de las indudables conclusiones "erróneas" -esas que lo llevaron a esperar "el buen futuro" del castrismo como Hideger lo esperó del nazismo-) y en todo caso, je...,lo "mal-usaré" para llevar agua a mi molino tanto por las evidencias que ponga al descubierto como por la reiteración equivovada y equivocadora.

Hablabas también de "Democracia S.A." que habrás comprado. Ese tal vez también me interese (y no es que sugiera que me lo revendas), aunque lo dejaré para cuando me de la loca ya que sobre el tema puedo quedarme con los datos que ya tengo y que sigue aportando como nunca la realidad (previa a la Crisis aunque más evidente bajo ella, y así "confirmatoria" de mi enfoque). O sea, je..., con mi cada vez más ·sólido" enfoque.

Sobre ambas cosas te paso dos links a moi, bien sur:

http://unanuevaconciencia.blogspot.com/2008/07/hipercapitalismo-propsito-de.html

http://unanuevaconciencia.blogspot.com/2007/10/el-capitalismo-supervisado-y-la.html

Textos que someto a dura reflexión y a que me señale aquello que chirree, aunque sea para motivarme a mejorar el discurso en contenido o precisión. Y, de paso, claro, autobombo de por medio (come il faut), demostrando que para mí la cuestión está bastante clara.

Un abrazo.

Hugo dijo...

Gracias por los links, los leeré con el mayor detenimiento del que sea capaz. Quiero poner a prueba mi intelecto aunque sólo sea por una vez jaja. Si consigo sacar algo bien rumiado, te lo llevaré antes de que se enfríe. En caso contrario, habrá sido un placer intentarlo :P

Un antebrazo.

Carlos Suchowolski dijo...

¡Qué tío: ¿no te molesta, je... que diga que tanta falsa modestia me da miedo?!

Hugo dijo...

Lejos de molestarme me halaga. ¿Para qué si no iba a utilizarla? jaja, es broma. A veces aparento saber más de lo que en realidad sé, por eso me gusta avisar de ello :P

Nunca sé cuánto hay de ironía y cuánto de arrogancia en lo que digo jaja. Así pues, un saludo. No hay tiempo que perder, hay mucho que leer :D

Carlos Suchowolski dijo...

Lo sabía, lo sabía, je... ¡así se juega, es decir... se representa (on jeux) como decía el Kean de Sartre! Pues sí, ¡vamos a leer... que yo también tengo un montón por todas partes y esto ya se parece a un chateo -sin duda divertido-!
Hasta otro post y otro placer.