viernes, 24 de octubre de 2008

Calígula, Nerón, y uno más que quiere pasar a la Historia

El coste para el "erario público" puede ser aún mayor. Ya hace rato que "estamos en crisis" y no simplemente "desacelerados", pero... qué más da: ¡lo primero es lo primero! Como en la Antigua Roma y en la que la siguió... en realidad nada nuevo bajo el sol. Sólo que esta vez no es sólo la intencionalidad de amedrentar al enemigo con la ostentación aplastante, sino, más modestamente... que se ha llegado a la cumbre y que todo el mundo lo debe reconocer. Sí, reconocimiento, pero también utilización del mismo como arma contra los demás.

El coste, decía, que de esto se trataba, puede ser aún mayor. No sólo se gasta más de lo que dictaría el "sentido común" (que ya no sabemos en quién se materializa en estos días y puede que haya devenido definitivamente obsoleto, lo que no significa que se pueda restaurar... ni con la "toma del poder" por los utópicos de "signo opuesto") sino que, para conseguir El Objetivo del Reconocimiento, yo me pregunto qué método se utilizará: en concreto, si será o no el que se empleara varias veces en casos similares y recientemente, hace unos días, para conseguir "sacar a delante" los Presupuestos de Jauja (porque de España, no lo serán). Me refiero, obviamente, si se harán "regalos" a los diversos "contactos" para que ayuden y si estos los aceptarán como los aceptaron los gobernantes vascos, los gallegos y los navarros.

Claro que puede ser que los costes no pasen de los insumidos en del "despliegue" mundial al servicio de la personalidad del líder y la ausencia de ZP en la Historia acabe con renovadas amenazas, diatribas y por fin acercamientos a los enemigos del G8; esas cosas que se llaman "antimperialistas" y que se estilan tanto en las Moncloas del Tercer Mundo.

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