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¿Podrá de ese caldo burbujeante salir un nuevo mito jacobino revulsivo, salvaje y por fin frustrante; llegará la sangre al río? Hay quienes así lo creen. Y hay quienes cifran en ellos nuevas esperanzas. Es decir, hay de todo. Aunque por primera vez, la vanguardia de las masas realmente efectiva ocupa los sillones dirigentes (mientras los grupúsculos y los marginados contribuyen con sus "quejas" ideológicas). Y esta novedad hace difícil que las cosas vayan mucho más allá de unos movimientos controlados (estilo convocatorias a través de móviles) y unos soterrados ajusticiamientos verborrágicos, tal vez algunas algaradas a la francesa que serán adecuadamente reprimidas, algo de vandalismo en fin y cosas por el estilo a las que ya estamos acostumbrados, tal vez simples caceroladas. ¡Ay... quizá como rezó el conjuro ideocrático que pronunció Sarkozy en el parlamento europeo, todo ello en realidad para justificar y reafirmar el carácter de imprescindibles del que buscan convencernos... sin preocuparse, claro, si con ello se invoca irresponsablemente a los demonios! ...Y quizás entendiendo que algo así podría no venir nada mal para conseguirlo con hechos contundentes, ya que ello le daría a la representación algo más de realismo a costa, eso sí, eso siempre, de contribuyentes e inocentes, es decir, de meros daños colaterales.
"Double, double toil and trouble; Fire burn, and caldron bubble", cantaban las brujas de Macbeth mientras removían el caldero de la magia negra en el que se cocían los ingredientes del futuro: pestilencias, monstruosidades, dolor y sangre de las guerras
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Macbeth llegó al trono "como sea", y desató la guerra y el terror; tal vez también se cumpla que nuestros engañadores desconcertantes lleguen a ver, desde sus torres y almenas, avanzar inflexible el bosque de Great Birnam Wood hacia sus palacios. Me pregunto entre otras cosas más entretenidas: ¿a cuántos de nosotros, de hoy y de mañana, arrastrarán en su caída y entretanto seguirán aplastando "para que se cumpla el plan"?
3 comentarios:
Estamos "perdidos" e "involucrados" de cualquier forma, sólo que para sufrir los daños: ya no hay espacio para hacer nada significativo en contra (al menos hasta que esto comience a colapsar, y ni siquiera de esto estoy seguro). Entretanto, el "control" lo tienen los que lo descontrolan todo. Por cierto, bienvenido juazman; me pasaré por no-me-falles.
Hola Carlos:
Supongo que bajo el auspicio de la era de la post-modernidad, poco espacio nos queda para tomar aliento ante la conjura de los necios...
Uno de ellos el el virtual; válvula de escape de la sociedad de siglo XXI, al menos para aquellos que no se conforman con sus dosis de "soma"...
Futuro? A ver si el caso es que estamos inmersos en el eterno retorno...
Un Abrazo.
Esteban.
Hola Estaban,
Por fin de regreso (¿eterno?) por estos pagos. El espacio, y Nietzsche ya lo vislumbraba, se ha reducido geográfica y socialmente, pero, tras el muy posible colapso es factible que se vuelva a ampliar... Yo creo que lo que tiende a maximizarse es la complejidad global, pero los colapsos locales o regionales permiten que el proceso recomience en un plano regional menor gracias a que el sistema se ha ampliado y la complejidad crece ahora en base a un conjunto mayor de interacciones. Por dar una imagen: sobre la base de pequeñas colonias humanas a lo largo del Sistema Solar, se puede uno imaginar formas menos complejas en cada sitio y una retoma del crecimiento de la complejidad en otro plano. Esto puede parecer que da lugar a mucho juego de azar y aventura y por tanto de esperanzas. Lo que no significa que no caigan como moscas muchos seres, pensantes o no, por el camino y en el proceso de colapso. En este sentido, el futuro augura "eternos retornos"... pero de la esperanza y de lo imaginario. Creo...
Un abrazo y de nuevo gracias por darte este paseito.
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