martes, 23 de febrero de 2010

Las cabeZas turcas del Primer ministro

La inmensa mayoría de quienes en España se oponen o se han decepcionado de la camarilla gobernante y especialmente de su jefe ZP, sea cuál sea su posición social o su ocupación, e incluso de los que siguen sus evoluciones desde el extranjero, asume la convicción de que vuelve a hacer demagogia, incluso hasta el borde mismo de la megalomanía, cuando vuelve a amenazar a los especuladores y avaros que habrían decidido por fin conspirar contra la estabilidad de su gobierno; un gobierno clave, por supuesto, que de la abandonada pretensión de liderar a toda Europa ha pasado a pretender el liderazgo en exclusiva de los que dirigen sus camaradas socialistas (esto es: Grecia, Portugal y hasta el propio Reino Unido; todos contra la Reacción Europea en una nueva e imaginativa "Alianza" (en la que es una pena que no esté Turquía, aunque todo se andará... y que está decidida a contar con una mano desde el otro lado del gran charco; esto es, de la mano de Obama... que también se andaría).

Sin duda la practica también a mi criterio, pero la cuestión o el ejercicio que quiero proponer aquí soslaya esa idea por simple e inmediatista... y por encubrir más o menos inocentemente la posible realidad (esa que en su día he llamado "tercermundización" del Primer Mundo).

Y este ejercicio gira en torno a la pregunta que me formulo y que entiendo que debería hacerse todo aquel que desee y pueda comprender algo de lo que viene sucediendo desde la ya lejana toma de la Bastilla. La pregunta es la siguiente:

¿Hay aún cabezas de turco posibles de ser decapitadas (y quien dice esto de manera alegórica, dice "hasta cierto punto" perseguidos, marginados, expropiados, defenestrados... según sea el caso) por ZP, para satisfacción visceral del pueblo que con toda justificación acudiría a la vieja plaza de las ejecuciones para verles las caras de terror a parte de sus verdugos aunque por un momento crean que sus socios se hayan convertido en los jueces justicieros?

Es decir: ¿Pueden hallarse cabezas que merezcan ese epíteto y que al mismo tiempo no obstaculicen el curso que sigue un gobierno que se declara democrático, elegible en principio cada cuatro años y que forma parte de una Comunidad de países igualmente constituidos como democracias representativas y con los cuales dice profesar la defensa de la propiedad privada y de la economía de mercado (hasta donde los tiempos lo permiten y lo aconsejan)... y que al declarar tales cosas no puede seguir ese curso, cualesquiera que sea, si no es atravesando todas esas realidades, cualesquiera que sean y subyazgan a sus formas, como si de una selva peligrosa se tratara... y ello porque él y su camarilla son tan prisioneros (tan relativamente prisioneros) de esa selva como lo estamos todos los demás... aunque ellos menos en la medida misma en que conserven en sus manos las armas del poder (como el machete con el que desbrozan la espesura y si hace falta decapitan)?

Intentad vosotros mismos hacer una lista exhaustiva de candidatos y especulad un poco a ver qué sale de ello. Toda sugerencia será considerada y ponderada desde la óptica de un riguroso abogado del diablo. Si calláis supondré que estáis entre los que no creen que esas declaraciones pretendan otra cosa que la agitación de la propia militancia. O que formáis parte de esa militancia fiel porque pensáis: (a) "¡qué bueno es a la hora de mentir; sin duda es el mejor!", o (b) "estamos preparados para la noche de los cristales rotos en cuanto nos deis la orden".

2 comentarios:

Ricardo dijo...

Es complicado hablar de política "desde fuera", como es mi caso. Con esto quiero referirme a que sólo es posible interpretar los movimientos internos mediante los signos externos, con lo que el conocimiento directo queda sustituido por la interpretación.

Aparte de este primer apartado (común a la mayoría de nosotros), y salvando mi ignorancia sobre la política actual, es obvio que los gobiernos y las sociedades necesitan sus propias "purgaciones" para mantener el equilibrio y la cohesión. En este sentido el mecanismo del chivo expiatorio se hace básico. Esta "decapitación pública" que comentas ayuda a calmar los ánimos de la masa a base del sacrifico de unos pocos. En el mismo proceso se logra una pseudounión que ayuda a crear y fomentar la identidad. Por eso este tipo de procesos suelen acabar siendo inevitables y se acaban sucediendo de forma cíclica y en mayor o menor medida en todas las democracias.

Yo creo que siempre hay "cabezas susceptibles de ser decapitadas" porque siempre hay malestar que puede ser purgado de forma catárquica por este sistema. Habría que apuntar al origen de ese malestar.

Saludos

Carlos Suchowolski dijo...

Bienvenido y gracias por el comentario. No creas que "estamos fuera", porque la Polis nos rodea y nos impone respuestas, que no necesariamente acciones "incisivas". Estas, me parece evidente, o están bloqueadas de hecho o se viven como inútiles o como peligrosas o como idílicas... etc., o acaban sirviendo al poder vigente o al poder posible -al menos a corto plazo-.

Por otra parte, "desde dentro" creo que se ve menos aún. Piénsalo un poco...

Coincido en lo de las tácticas de "calmar los ánimos". Pero eso significa que hay ánimos que calmar y gente interesada en calmarlos... (lo del origen del malestar, si quieres). Y eso es lo que me preguntaba en el post ¿a quiénes se escogerán esta vez para el espectáculo? Y... si se los expropiará "de paso", como ha sucedido otras veces; es decir, si se llegará al extremo de separar cabezas y cuerpos (y de quiénes) y al extremo de arrebatarles sus hoy ya legítimas propiedades (legitimadas a lo largo de la historia, claro). Si se te ocurre algo al respecto, te ruego lo apuntes en otro comentario.
Un saludo.