jueves, 10 de enero de 2008

Quiénes queremos ser y cómo conseguirlo

¿Qué llegará antes, el fin del capitalismo en cualquiera de sus formas (la que pretendería en el límite el redistribucionismo burocrático, alguna de las utópicas e inimaginables de los muchos intelectuales que buscan instaurar La Justicia, alguna de las inimaginables pero eventuales que nos traiga la historia alguna vez) o... "La mejora artificial de nuestro cuerpo y mente"?

Los SPA, balnearios, terapéuticas esteticistas y de salud de amplio espectro, etc., y, a su vez, las diferencias de disponibilidad de dinero y tiempo libre, ya han distanciado bastante la calidad mental (muy relativamente, es cierto) y física (en principio) entre los más poderosos y privilegiados de hoy y los que están en el extremo inferior de la pirámide (los asalariados de la media para abajo o con horarios escaso tiempo para el ocio, los subvencionados, los lisa y llanamente pobres...)

Si a esto añadimos los pronósticos de Monod (véase el capítulo final de "El azar y la necesidad") donde se aventuran resultados socio-genéticos (a consecuencia de la tendencia entre los privilegiados a tener pocos hijos o ninguno y la inversa en el extremo contrario del espectro social)... algo que gracias a estas terapias podría sobrevenir antes...

¡Imaginad el futuro con el realismo factible!

Incluso, podéis intentar preguntaros si esas terapias las cubrirá o no la futura Seguridad Social. Ojo, algunas podrían ser muy "productivas" desde el punto de vista del Estado Capitalista (lo que cada vez importa menos o es más una coartada para el despilfarro). Por ejemplo, podrían ahorrar jubilaciones a cambio, incluso eliminar las jubilaciones, y los nacimientos; producir trabajadores eternos o cosas así... reparables... previa evaluación... yo qué sé.

Ahora bien: sin duda habréis de preferir que vuestros descendientes formen en una élite (en detrimento de los de los ajenos, si no quedase otro remedio) y no entre los esclavos.

¡Vamos, no aparentéis falsos humanitarismos! ¡No caigáis en la hipocresía ni os dé vergüenza confesar lo que un día tendréis que justificar! ¡No os refugies en la abyección de la "mala conciencia"!

En todo caso, penséis como penséis y por las razones que sea, lo cierto es que todas las utopías sociales imaginables conducen, por encima de vuestras ingenuidades, hacia esa realidad. (He dicho "las utopías" no la realidad en sí misma, que nos puede sorprender para mejor o peor...) Eso sí, para que las cosas no sean como en estos bosquejos fantásticos, sólo cabe esperar que el mundo vaya precisamente hacia donde ninguno de los actuales miembros vamos o queremos ir. Para que esas cosas no sucedan, sólo cabe esperar que fracasen todas nuestras propuestas y proyecciones.

Ahora bien... ¿quién acepta fracasar, quién lo aceptará? ¿Quién aceptará la marginación, la postergación, la sumisión .... del propio grupo? ¡Sin duda, la realidad se tendrá que imponer en contra de todos o será vuelta a encarrilar por los vencedores; los que sepan y puedan tender la trampa a "los postergados" bajo un slogan del estilo de "un mundo MÁS feliz", etc. Sin duda una alternativa para las élites menos aprensivas con vistas a alcanzar el poder y gozar de los privilegios en exclusiva.

En fin... dejo abierto el tema a la imaginación de cada uno. Y que conste: no hay en este post intencionalidades valorativas, para mí poco más que inconducentes (pero difícilmente evitables). Además, siempre nos queda a algunos quedarnos como somos y nos hacemos a lo largo de la vida y morir siéndolo.


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