"La eficacia de estos actos propagandísticos que organizan está basada, al igual que los anuncios publicitarios, en explotar las susceptibilidades psicológicas de los que reciben el mensaje. De esta manera, las personas creyentes y con escasos conocimientos sobre biología son las más indefensas frente a estos charlatanes."Estos motivos son los que justificaron la iniciativa de la Sociedad Española de Biología Evolutiva de evitar que las conferencias se celebraran en las universidades de León y Vigo. Nuestra actitud no es un ataque a nadie, sino nuestra obligada contribución a la defensa de la cultura científica de la sociedad española frente al intento de manipulación de un grupo minoritario y extremista. No se puede permitir que utilicen la universidad para legitimar su descarada actividad propagandística. No se trata de un problema de censura y libertad de expresión, de hecho, no tomamos ninguna medida para intentar evitar la celebración de las conferencias convocadas en instalaciones no universitarias. Pero, las instituciones que amparan y generan la ciencia no deben cobijar doctrinas que niegan la evidencia científica, por muy bien disfrazadas que se presenten."
Por mi parte, yo ya había dedicado tres entradas sucesivas a este tema en las que me trataba los aspectos de la cuestión que me parecían los "verdaderamente sustanciales" (sin por ello descartar la existencia de otras consideraciones "interesantes" o dignas de debate, y hace unos días dejé un comentario en otro blog que apunta a lo mismo por el lado contrario). De hecho, yo pretendía situarme ante el problema bajo la consideración de que no se podía desarrollar la discusión como si los hechos y las ideas pertenecieran al mismo mundo que el de hace trescientos, cuatrocientos o quinientos años, cuando se trataba de una discusión entre creyentes y racionalistas o inclusive entre teócratas y librepensadores, sino que había que actualizar el entorno en relación a la cuestión del Poder o los poderes real, los dominios en litigio realmente en juego. Esto, desde mi insistente punto de vista, queda reconfirmado por el señor Soler de manera más que clara, y me sorprende que en nombre de las convicciones científicas de muchos miembros de la comunidad científica con auténticas preocupaciones filosóficas (incluso multidisciplinares) y una buena práctica cotidiana en la crítica de la realidad circundante, es decir, con preocupaciones políticas en el mejor sentido de la expresión, acaben ignorando estos detalles y resalten sólo la parte del discurso que simula ser la principal cuando, de nuevo según me parece evidente, no lo es:
1) En primer lugar, los científicos que ocupan cargos en la Universidad (ni más ni menos que una Institución Política) se consideran no sólo poseedores de una convicción profunda hacia tesis que estarían definitivamente demostradas científicamente (cuando sólo lo están, como toda teoría científica, por el momento) sino que, por sobre todas las cosas, se consideran poseedores de un espacio conquistado, la Universidad, del que viven tanto material como intelectualmente. Obviamente, se trata de no ceder el territorio conquistado.
2) Pero, además, se consideran la salvaguarda del pueblo al que dicen (sin hacer gran cosa por cierto al respecto, ni siquiera desde su propia concepción "educativa") estar más que dispuestos a proteger de las influencias creacionistas. Obviamente, se trata de competir por la simpatía de las masas a las que se le piden no que comprendan sino que acepten un dogma propio sintetizado en unos cuantos slogans (los que el vulgo es capaz en realidad de comprender... y casi cualquiera que no sea un verdadero especialista con dominio de la jerga correspondiente cada vez más imaginativa en eso de encontrar un concepto... inextrincable).
Yo reto desde este modesto Speakers' Corner a quien esté dispuesto a considerar el tema seriamente y a abandonar las cómodas trincheras indiscutibles y discutirlo un poco. Estoy seguro que muchos no se lo han pensado. Y otros no se lo permiten.
2 comentarios:
Amén. Pero es que entre el paradigma nominal de valores en el que se dice vivir y el real innominado en el que se vive la distancia en nuestro querido occidente cada día es mayor, en todos los ámbitos.He aquí un magnífico ejemplo de "Ideócratas".Las tesis no se combaten en la argumentación etc.Se combaten eliminando la posibilidad de emisión de dichas tesis.Y, si, de paso suprimimos al emisor...mejor que mejor.
Llama la atención que los nuevos ideócratas son los herederos de los sistemas de control ideológico típico de la antigua jerarquía católica,mientras que dicha jerarquía ha interiorizado la forma libre de contraste ideológico y en sus ámbitos se abre a la discusión y el diálogo con todo.
Los nuevos sacerdotes secularista, no hace falta decirlo, tiene la clase de rigor absoluto, totalidad y ausencia de excepciones o zonas laxas cuyo modelo inició la burocracia Leninista.
Oh tempora, Oh Mores! ( Quién te ha visto y quién te ve, en castizo )
Por eso no enfocan el "problema" de su propia actitud ni de la ajena, porque son equivalentes. Por eso sólo se centran en "las ideas" explícitadas del "otro".
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