martes, 20 de enero de 2009

A propósito de sensibilidades... y servidumbres voluntariamente elegidas


Cada uno lleva a flor de piel una sensibilidad particular que podría equivaler a la del olfato ante diferentes perfumes y olores... lo que, incluso, por qué no, podría dar lugar a la atracción hacia la sangre recién vertida o las heces aún tibias sobre el asfalto (lo que no tiene por qué acontecer en el campo de batalla).

En fin, ironías más o menos duras aparte, puede comprobarse el aserto justamente en estos días, en que una pléyade de indignados ha salido de sus casas a vociferar en plena calle (siempre unos más que otros y algunos hasta extremos, como se dice... inconfesables) contra un supuesto, mejor dicho INVENTADO genocidio (INVENTADO, sí, porque de genocidio no tiene nada o, en todo caso, tiene la fantasía; una del mismo estilo que la que pocos pueden decir que no han abrigado cuando se les pasara por la cabeza, alguna vez al menos, matar al propio padre. INVENTADO, sí, porque los israelitas en general, en todo caso no más ni menos racistas que los españoles blancos, o los franceses blancos, etc., no tienen el menor problema en contratar palestinos árabes por un salario... siempre que no lleven bombas atadas al cuerpo).

En fin, retornando al núcleo del tema aunque sin alejarme demasiado del ejemplar ejemplo, me pregunto: ¿a qué perfume son sensibles los olfatos de esos vociferantes? Porque no podrán negar ellos mismos, ni nadie que sea sincero, que su fervor fue poco menos que nulo hasta estos días (o mejor dicho, entre los inicios de la ofensiva contra Sadam y la de actual contra Hamas), es decir, ante lo que pasara en el Congo, en Sudán, en las cárceles de Irán o de Cuba, ante el propio y sistemático bombardeo sin precisión alguna que Hamas practicaba sobre territorio judío, por poner un puñado de ejemplos... No podrán negar, en fin, que en eso venían repitiendo una larga tradición "de izquierdas", como se dice popularmente con más o menos rigor, que explocionaría con la descolonización y el asociado sentimiento de culpa europeo... ¡El olfato sensible de "las buenas conciencias" que se sienten "la conciencia de la humanidad"... y no dejan de soñar con empujar un día el carro del horror y del terror "revolucionarios" en nombre de su propia utopía, sueño que al parecer tiende a tener cada vez menos significación... para asumir su forma real de golpe de Estado e incluso de "triunfo electoral" obviamente manipulado!

¿O es que percibían en la intimidad tales buenos sentimientos en relación a esos "dolorosos acontecimientos" por no tener quién los convocara, como ahora, a salir en manifestación explícita?

¡Oh, sin duda también habrá de esos! Sin duda existe una sensibilidad real en contra de los horrores de la guerra, en contra de la violencia, en contra del espíritu de dominación de unos hombres sobre otros, en contra, en fin, de la naturaleza humana... aunque tal vez sea muy poco operativa y por supuesto nunca en la dirección en que muchos creen responder a ella.

¿O no es así?

Además, siempre habrá atenuantes que los ayudan a superar el mal trago. La Razón, a fin de cuentas "de Estado", "política", siempre las encontrará cuando otras cosas les resulten más... ¿sensibles?

Muchos, por ejemplo, ponen a la injusticia por encima de todo y comprenden en su nombre las respuestas agresivas del más débil. Incluso cuando hace un uso torticero de la violencia (??), digamos que lo que se llama cobardía, como es la de matar a traición, la de poner una bomba en cualquier sitio, la de elegir a esos que llamamos "inocentes" y ellos "carne de cañón" y "mayorías silenciosas" que deben ser "agitadas" y en todo caso "castigadas" por "razones morales", como hiciera Dios con Sodoma y Gomorra, ellos, sus expresiones corporizadas en la Tierra... o utilizar niños y población vulgar en general como escudos humanos, algo que indudablemente es más barato, es decir, que está al alcance de "los más débiles", como Sadam o Hamas, a fin de cuentas... ¡todo un estilo...! (al margen de que se justifique por "razones más elevadas" de índole religioso, como se puede apreciar en el sitio relacionado). Y, esto último, especialmente efectivo si la hipocresía extrema lo permite como propaganda y los fines más elevados de la religiosidad lo autorizan, sea la islámica, sea la racionalista de esos occidentales prototípicos que, por qué no, soñarán con "hermanos musulmanes" hasta la misma noche en que los pasen a ellos también a cuchillo... o los cuelguen de una grúa... ¡ay, Zerolo, qué mamonaso eres, tú, entre tod@s!

¿Acaso no lo saben? Tal vez algunos se nieguen a saberlo pero, sobretodo, hay razones "de Estado" o "estratégicas" para ignorarlo, incluso para silenciarlo con voces más airadas e intempestivas. La debilidad aparente justifica que se favorezca que la ayuda que la pueda hacer fuerte, es decir, capaz de llevar a cabo el genocidio que ella sí propugna, como se ha podido escuchar en muchas manifestaciones callejeras, ¡no digo en Irán o Siria, Pakistán o Indonesia, sino, por ejemplo... ¡en plena Holanda donde se pedía ni más ni menos que "gas" para los judíos!

¿Más evidencias de que lo que se pedía, al margen de lo que digan unos cuantos carteles, no era La Paz sino Otra Guerra?

Claro que no son los únicos espíritus sensibles. Ni siquiera al horror. Aunque tengan reacciones diferentes, lo que pone en tela de juicio adicionalmente que lo principal en el hombre sea la sensibilidad pacifista. Lo demuestra y no lo contrario, lo que sucede en la acera de enfrente, entre los que son especialmente sensibles a hipocresías en última instancia similares, concretamente a "la democracia" y a "la libertad" (obviamente... a su versión "occidental").

Claro que, digo yo, por qué no van a tener, ellos también, derecho a ser hipócritas. ¿Por qué no van a tener el derecho de no sólo defenderse sino también incluso de atacar? Con todas las armas que les permita su propia sensibilidad, en ese sentido mucho menos sanguinaria sin duda que la des sus contendientes, apenas guiada por un racionalismo que busca la máxima eficacia y precisión inclusive cuando arroja bombas siendo que se lo permite la propia conquista del bienestar alcanzado y la propia manera en que puede continuar desarrollándose. Porque esa es la causa de que se pueda y se prefiera actuar así, porque su prosperidad está basada en una manera diferente de la de los otros de dominar a los demás. Una manera no bárbara, "civilizada" si se quiere, como ha sido bautizada por la historia... ¡qué le vamos a hacer si es así de real!

Pero, con todo y después de todo, su mundo sigue parámetros similares al de los otros y en cierto modo también está más en El Cielo que en La Tierra. Porque en ambos se ponen las propias vidas al servicio de sus propios congéneres que, ellos sí, saben ser poderosos en el presente y en el mundo real gracias a ellos.

Por eso, ¿quién tiene la potestad de condenar a unos y reivindicar a los otros? ¿Quién puede atribuirse la facultad de juzgar con objetividad y decir que deban luchar sin hacer uso de todas las armas al alcance de cada quien incluyendo mentira?

Yo entiendo que en apariencia (y "el derecho" lo es como producto formal) todos estarían en su derecho (teórico) de luchar por la concepción propia del mundo que, como todas, tiene la voluntad mayor o menor de imponerse a todo el mundo. Pero, como creo que unos contra otros luchan en realidad por el encumbramiento de sus propios jefes, yo, en todo caso, como podría hacer cualquiera, me adjudico el derecho de poner en entredicho, tan sólo, justamente ese punto, es decir, que no sepan por qué ni en beneficio de quiénes lo hacen; que no sepan ni quieran saber que marchan al son de otros hombres de su misma sangre en nombre de su propia servidumbre, de la la servidumbre "libremente" elegida (¡vale: en sentido relativo, como puede verse a continuación!) por los unos o los otros. Y eso determina mi propio compromiso... aunque esto es otra historia y, en este punto, secundaria.

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Nota: aquí entre otros sitios pueden verse más cosas relacionadas, o buscando en google adecuada e interesadamente.

2 comentarios:

Pon! dijo...

Amén hermano jaja

Muy buen post, creo que me suscribiría a tus palabras prácticamente al 100%.

Saludos.

Carlos Suchowolski dijo...

Bienvenido seas, hermano. Me paso por tu blog a ver si yo también "creo", je, que me "suscribiría", je... Un saludo cordial y a ver si nos "vemos" de continuo.