Otra de las razones por las que las masas (hay reconocer que en este asunto hay mayoría) dan apoyo militante o condescendiente a Zapatero y a su gobierno es la decisión que tomara de retirar las tropas españolas de Irak dando así respuesta a la masiva petición de negar La Guerra (y debemos suponer que pretendía referirse a todas las guerras; de desear que se impusiera la Paz, también global, también general.) Y tal como fueron las cosas, esta sería la Razón Principal, la bandera mayúscula (tanto, que el PSOE vuelve a agitarla ahora, sin duda algo a destiempo, es decir, digámoslo mejor, a desempolvarla: propuesta de manifestación -¿o más bien de contra-manifestación?- y mención en el parlamento y la prensa adicta en combinación con las contra-acusaciones al PP por mentir acerca de las excarcelaciones de terroristas, etc.)
Sí, argumento sin duda capital pero que tiene no pocas falacias y contradicciones.
Lo menos, el hecho de que Zapatero, con ayuda de la cohorte de parlamentarios de los grupos aliados, se permite mantener e incrementar las tropas enviadas a Afganistan. Es lo menos, pero lo que está claro es que lo hace con hipocresía, mintiendo a todos, engañando hasta el punto de buscar una falsa causa de condecoración para una soldado caída en combate (aunque fuese sorprendida patrullando.)
Pero lo peor no es que parezca avergonzado por las medidas que le imponen los compromisos internacionales (¡oh, a veces son humillantes, pero qué le vamos a hacer... y, en todo caso, siempre se podrá llegar a la ruptura cuando las fuerzas lo permitan, ya se sabe, la política, el camino al poder, es el arte de lo posible!) Todos argumentos que en tan significativa medida utiliza la militancia activa y pasiva (?) que mantiene su apoyo a Zapatero.
No, lo peor es que con ese canto a la Paz se daba y se da un espaldarazo a varias cosas que merecen avergonzar seriamente a quienes las apoyan: las dictaduras que oprimen a sus propios pueblos, las dictaduras que lanzan sus ejércitos terzomundistas pero tecnológicamente bien pertrechados por los comerciantes de la Guerra y los países no-alineados y relativamente alineados en aras de sus pretensiones imperialistas regionales, las dictaduras que amenazan (las tengan o no las tengan todavía) con acciones de destrucción más o menos masiva (por medio de piedras o de bombas atómicas pasando por los SAM, los gases tóxicos y esos microscópicos soldaditos letales que se sueltan en el aire o se depositan en el agua) y, en fin, las dictaduras o los liderazgos combatientes que pretenden instaurarlas, entre ellos los que quieren llevar las guerras santas acuñadas en el medioevo (que siguen practicando hoy) hasta el confín del planeta, y si tuvieran un poco de imaginación seguramente hasta el confín del Sistema Solar.
¿Puedo aún añadir para acabar una mención a la reciente traición de Zapatero contra las pretensiones nacionalistas de los saharauis, también, como lo de Afganistan, debido a las presiones de la real-politik? ¿Y puedo, so peligro de que se pierda un poco el foco, pero con la sana intención de hacer pensar más que de agitar, añadir que entre los mencionados "liderazgos combatientes que pretenden instaurarlas (a las dictaduras)" se encuentra nuestra izquierda abertzale y más o menos todos los nacionalismos regionales que si no aspiran a a Navarra aspiran a una parte de Aragón, o de Valencia, o a lo que esté más cerca y más contaminado?
¿Es o no todo esto lo que se apoya al apoyar a Zapatero? ¿Es éste el mundo feliz de la llamada izquierda? ¿No es para pensar que la ceguera selectiva y las justificaciones que se aceptan por su parte esconden otra cosa, en concreto, una feliz connivencia que les permite medrar (como ya he denunciado en la anterior entrada con el mismo título), conseguir algo mendigando o ser un poco importante no siendo gran cosa?
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