Y para lo que haga falta. Incluso para llegar hasta la mismísima quema de Roma de resultarle inevitable o conveniente. O, menos metafóricamente y sin rodeos ni sutil negrita acusadora, para que ZP y su PZOE siga avanzando en la estrategia de hegemonía que he llamado "Z" en la entrada del 31-5, "El Plan Z...". Un plan estratégico por el que se ha jugado y por el que se seguirá jugando todo lo que haga falta. Y por el que parece dispuesto a salir con los pies por delante, o al menos con las botas puestas, antes que abandonarlo y renunciar. Como Chávez y demás egócratas del mundo de ayer, de hoy y de siempre: "Socialismo o muerte"... que no acaba nunca siendo ni una cosa ni la otra porque lo que quiere decirse es "Poder absoluto para mí y para mi grupo o retirada a donde pueda vivir con el botín."
Pues qué le vamos a hacer, se trata después de todo de un ser humano, genéticamente hablando, y a su manera pone en práctica su arrojo como muchos otros antes... en nombre de "la sociedad", "el país", "la patria", "la humanidad" (sí, qué más da), "el proletariado" o "el pueblo", "la República" (¿por qué no?) o, no habiendo nada más concreto y menos cutre, "la memoria"... del abuelo. ¿No son esos los lemas, más o menos? ¿No los hay que van y vienen, se matizan y nunca significan nada sino lo que ya he dicho antes? ¿No fueron en definitiva los de Stalin, Hitler, Musolini o Franco, los de Perón y los de Mao, los de Lenin y los de todos los demás populistas, caudillos del subdesarrollo o de la depresión y salvadores todos de lo que pudieran vociferar sus seguidores mientras recibían las migajas del botín?
Pero ya he hablado de esto en otras ocasiones.
Lo cierto es que el Plan tiene sus riesgos y que a pesar de ello está dispuesto a continuar hasta el final... o el tropezón. Pero... ¿lo dará él o conseguirá que sigan dándolo sus oponentes y competidores?
Con su método, el único viable para el fin que se ha propuesto y que ha prometido a sus capitanes y a sus huestes, el milagroso, conlleva a que la meta se le escurra por momentos por entre los dedos. A través de las coaliciones y los pactos, las componendas y las concesiones, los atentados. las luchas callejeras y las extorsiones consentidas (o simplemente apuntadas para el caso en que...), en fin, por medio del reparto retribuidor (y redistribuidor en primera instancia), podría llegar a perderlo del todo (bastaría, por ejemplo, que una nueva oposición redefinida o recompuesta lo emulara y le copiara el sistema, mejorándolo si cabe, yo que sé... de ser posible... Y por ahí andan sondeando recomposiciones algunos.
Sin ir muy lejos, véase la caída en conductas similares por parte de un PP aún vacilante pero que ya va probando tímidamente el método en donde las cosas se le pusieron a huevo. Amparándose en que, acorralado, no puede hacer otra cosa para no perder (lo que sucede de igual modo porque los otros no se cortan a la hora de ir aún más allá en la medida de lo posible, como refleja todo el proceso de Canarias o de Leganés donde se puede y se debe ver los primeros botones del muestrario.)
Pero, por el momento, ZP tiene combuZtible para rato y está más que dispuesto a conZumirlo todo de llegar a necesitarlo. Algo que se aproxima a pasos agigantados con la proximidad del próximo lanzamiento, inicialmente electoral, pero luego, acto seguido, como se viene viendo, confabulatorio, y, por fin, si acaso, con todo el arsenal...
¡Ay, no puedo evitar hacer un alto y abismarme pensando en accidentes colaterales y la conducta criminal que estaría detrás y que cuesta demasiado creer que esté contemplada en los planes de una banda de desaprensivos! ¡Pero es así, siempre fue así; todavía la humanidad no ha llegado al punto en que esos productos propios desaparezcan! Porque debemos dejar de una vez por todas de creer que son anomalías, y que no volverán. Debemos dejar de pensar que esa conducta se reduce a los extremos, sean estos países atrasados o grupos terroristas. ¡Que no se trata de la enfermedad individual del sadismo sino de la enfermedad de la ambición política del clan!
Eso es lo único que explica que por el camino caigan tantos, incluso "propios", quemados o eliminados con unos u otros métodos, con más o menos contundencia. Lo que haga falta (incluso algún que otro correligionario y alguna que otra regla del juego, incluso las inevitables víctimas colaterales); ¡lo que haga falta en el sentido literal de la expresión!
Y es que cuando se llega tan lejos, cuando se ha apostado todo a una sola carta, cuando se le ha garantizado a los correligionarios, a los amigos, y seguramente a la mujer, que se ha tenido una idea luminosa y casi mágica que exige absoluta convicción, absoluta lealtad... no hay lugar ni para el suicidio a la manera en que se obligó a que lo practicaran Sebastián y Simancas. No, ese arakiri simbólico, que deja por lo general las partes en buen estado para algún futuro en donde todo se haya olvidado o pueda olvidarse o pueda ser ordenado su olvido o reexplicado, reescrito, etc. (Bono afaire, por ejemplo), no forma parte de La Idea Luminosa, no está en Los Planes, no es admisible para un personaje que se ha jugado como él a tope (y aún no hemos visto todo, como se encarga de decir él mismo) para entrar directamente en la Posteridad de la Historia. Que es indispensable y hasta sintótico; una misma cosa con el Plan.
Por eso, no hay que confundirse (y mi utopía inmediata sería que una mayoría fuese capaz de evitar ese error): hay mecha y combuZtible para mucho más. Sobre todo para ese acelerón que se avecina, el del... penúltimo tramo. ¿Dije penúltimo? Bueno, me refiero al que llega antes de la conquista definitiva, absoluta e incuestionable del poder. Eso, eso que consiguieron entre otros los Césares y Napoleón. Aunque lo perdieran luego por eso de que no hay mal (ni bien) que dure cien años.
Hasta la entrega 4 de mis "Yo apoyo a..." y alguna otra yo era muy pesimista. Pero en "El plan Z..." tuve un desliz un tanto esperanzador del que me retracto aunque no fuera exagerado. Vuelvo a preferir el pesimismo; me mantiene alerta. ¡Y es con diferencia mucho más literario, es decir, conmovedor!
¡Pero es que, amici, insisto, insisto, insisto: ZP no está vencido ni piensa dar un sólo paso atrás! No ha vivido la declaración de reinicio de la guerra de ETA contra el Estado (habría en realidad que decir más bien ampliación, ya que nunca hubo un auténtico cese), como ya sucedió tras el atentado de la T4 como el fracaso de su "Proyecto de Paz" ni mucho menos. (lo que dice ahora no difiere mucho de lo que ya decía entonces.) Y no es que lo oculte o mire para otro lado, como insiste en verlo la oposición. Lisa y llanamente no lo vive como tal, no se lo cree, interpreta que no es cierto (en todo caso, que no lo es aún.) No lo hacen ni lo han hecho ni sus compañeros de ruta, ni su prensa amiga, ni sus militantes, ni la mayoría de sus huestes electorales. Ni él y los suyos lo permiten, con o sin cortinas de humo. ¿Es que estamos todos locos, es que ZP nos ha condenado a vivir, como Giménez Losantos dijo hoy en la radio, "en un mundo Matrix" o como dijo Gustavo Bueno, en un País de las Maravillas?
Sin duda una primera lectura diría que están todos fuera de la realidad, marchando a ciegas, un poco de lo que Rajoy acusa a ZP casi en exclusiva, casi como si ZP lo fuera todo, como éste se imagina a sí mismo; esto es, equivocándose los dos. Y se podría decir que lo quieren creer a tal punto... que por fin se lo creen todos.
Por éso, entre otras cosas, no hay lugar a la autocrítica que le pide la oposición frontal. No la hay, porque él sabe que sigue respondiendo coherentemente a su propio Plan. ¿De qué se va a desdecir cuando las huestes adictas siguen vociferando encantadas porque también es el Plan de sus propios sueños? No los democráticos, claro, sino los totalitarios y mezquinos de una masa que se contenta con una parte del botín, que espera los 2500 euros de soborno camuflado (entre otros muchos que se han ido dando y se darán), que vive de la subvención y del proteccionismo selectivo (ideológicamente asignado -el clan es ideológico, no familiar-, por lo que mientras más buenos sean, más leales, más fieles, mej... no, perdón, más habrá.)
Por eso no hay autocrítica ni siquiera sentimiento de fracaso, por eso el "triunfador" del Estado de la Nación, la "crisis ministerial" para la batalla definitiva (¡ojo a ésto que va en serio!), los 2500 euros y las demás promesas (que de no poder, pobrecitos, cumplir, deberán quedar para la siguiente legislatura o lo que sea el pretendido segundo mandato; o sea, convertirse en objetivos electorales desconcertantes y... mentirosos como todos los anteriores!) Jugadas de artificio todas perfectamente compatibles con el Plan. Porque el Proceso de Paz, como la Paz Mundial o el Bienestar Social, la "desglobalización", la "ecologización" del mundo, las "alianzas de civilizaciones", el "enfriamiento global", etc... nada que no sea El Salto al Poder Total, forman parte de los objetivos del Plan Z, un Plan que de Maquiavelo sólo ha tomado las peores partes, tal vez las notas de Napoléon Bonaparte ("El Príncipe", Mestas Ediciones.)
Y lo mejor (o peor), es que ZP y su camarilla (en esto me atrevería a decir que casi todo el PSOE y la mayoría amplia de los políticos de todos los colores de estos tiempos) han abandonado el camino que pregona (y no siempre practica) el PP (democracia de partidos o partidocracia, con su acordado bipartidismo leal) reemplazándolo por la componenda en las alturas, por el recorte progresivo de los mecanismos de control sobre el ejecutivo, por la subordinación del judicial al Plan, etc. Todo lo que conduce a... (¡premio para el que acierte!)
Entretanto, la mezcla de referentes culturales con los que se ve obligado a identificarse con la hipocresía de la realpolitik, hunden al PP cada vez más en la trampa que se le tiende, y tanto más en la medida en que se crea, se lo crea y llame a creer en la posibilidad de triunfar por la vía del viejo sistema hoy vigente de elecciones, cuya inutilidad para esos propósitos ya se demostró en Baleares o en Navarra, pero también en Canarias (tanto a la inversa como por llevarles a ocupar el puesto del enemigo, por convertirse por así decirlo.) ¿O acaso en Canarias el PP no tuvo que jugar el rol del PSOE e incluso conceder lo mismo? ¿Acaso no van zigzagueando (o sea, zapateando) en torno a la posibilidad de alianzas con los nacionalistas más moderados por si fallara la fórmula? ¿No es eso lo que los que tiran a ser más puristas de la derecha critican, léase Pío Moa, léase Jiménez Losantos, léase Semprum Maura, que parecen proponer una postura de pricipios (con esa capacidad que se trajeron de la izquierda y con esa vocación de refundación que también...) a la que le atribuyen la idílica capacidad de levantar al pueblo... en qué sino en urnas?
El PP sabe que está atrapado del mismo modo que el conejo percibe el olor del acero aceitado de la trampa, pero no la puede evitar. Nadie que sea conejo (ni siendo zorro) puede evitar la trampa en medio de la cual han puesto un manojo de ricas y tiernas zanahorias (o un buen filete sangrante.) ¡Hay un catalizador inigualable: el hambre, hambre de poder, instinto de político y burócrata moderno!
Por eso, Rajoy y cía se equivocan, se vuelven a equivocar y muy probablemente se volverán a equivocar. No pueden hacer otra cosa, es su flanco débil, por donde le llueven los palos y las estocadas tramposas. Porque el PP está en una trampa desde un inicio, y sigue sin poder salir de ella (bueno, siempre puede emular y seguir emulando y emulando hasta el límite de vender el alma al diablo y fabricar un tránfuga en el bando opuesto: es sólo cuestión de pelas y de quién puede más... si la moral, la lealtad a las formas y la inteligencia lo permiten. O en base a concesiones crecientes a las burocracias regionales y demás estratos de concentración burocrática, incluyendo a los actores y a la policía, entre tantos, a todos los caciques posibles y si acaso a las masas para postularse como eje de una nueva alianza partidocrática similar en más o en menos a lo que combate: concesiones. Algo que ya hacen... cuando pueden, pero que podría alcanzar una escala mayor, y es por donde van varios iluminados equivalentes del PP, equivalentes a Z, con su Plan G o P o R o... bajo sus respectivos brazos.) Lo ve con cierta perspicacia esa nueva derecha, a la que me he referido, la "no acomplejada", la que renegó de su paso por algunas corrientes intelectuales de izquierdas en sus años de juventud y estudios, portadora de esa savia nueva de fácil palabra y buena espada polémica puesta ahora al servicio de un neoliberalismo que se ha atrincherado en la defensa de la democracia formal (ya veremos hasta dónde), más o menos racional en sus maneras, mucho más humanista y culta que la actual izquierda de fronda, más culta y más educada, pero bastante o muy dogmática según el caso y bastante, también, tergiversadora.
Precisamente, y ya sé que me repito, hallar la manera de conseguir que cayera una y otra vez en ella fue la gran habilidad de ZP y de su camarilla “blanquista” (por Blanqui, en realidad, un ya oscuro golpista con cierta fama a comienzos del siglo pasado.) ¡Ese es la meta del Plan Z, que ya destripé! ¡El corazón del Plan Z! ¡Y ese objetivo sigue en pie y sigue siendo posible todavía!
Ese es el fondo de la verdad que pretenden que permanezca oculto bajo el agua turbia pero que ya a comenzado a volverse bastante transparente
Para no caer en la trampa, el PP debería convertirse en un partido democrático-revolucionario capaz de revivir a Tocqueville y aceptar (cosa que no ven ni aceptan los utópicos de la derecha)… perder toda posibilidad de sustituir al PSOE en las próximas elecciones generales (¡que ojalá para lo que sea me siento inclinado a decir en atención a mi viceralidad indignada y olvidándome de que lo fundamental no cambiará, de que sólo se trata de una necesidad de respirar un poco, de asomar la nariz, de dejar de oler a basura, a tanta basura...!) Pero eso de la democracia revolucionaria es cosa perimida... ay, qué pena, penita, pena de nostálgicos y utopistas...
Entretanto, la mezcla de referentes culturales con los que se ve obligado a identificarse con la hipocresía de la realpolitik, hunden al PP cada vez más en la trampa que se le tiende, y tanto más en la medida en que se crea, se lo crea y llame a creer en la posibilidad de triunfar por la vía del viejo sistema hoy vigente de elecciones, cuya inutilidad para esos propósitos ya se demostró en Baleares o en Navarra, pero también en Canarias (tanto a la inversa como por llevarles a ocupar el puesto del enemigo, por convertirse por así decirlo.) ¿O acaso en Canarias el PP no tuvo que jugar el rol del PSOE e incluso conceder lo mismo? ¿Acaso no van zigzagueando (o sea, zapateando) en torno a la posibilidad de alianzas con los nacionalistas más moderados por si fallara la fórmula? ¿No es eso lo que los que tiran a ser más puristas de la derecha critican, léase Pío Moa, léase Jiménez Losantos, léase Semprum Maura, que parecen proponer una postura de pricipios (con esa capacidad que se trajeron de la izquierda y con esa vocación de refundación que también...) a la que le atribuyen la idílica capacidad de levantar al pueblo... en qué sino en urnas?
El PP sabe que está atrapado del mismo modo que el conejo percibe el olor del acero aceitado de la trampa, pero no la puede evitar. Nadie que sea conejo (ni siendo zorro) puede evitar la trampa en medio de la cual han puesto un manojo de ricas y tiernas zanahorias (o un buen filete sangrante.) ¡Hay un catalizador inigualable: el hambre, hambre de poder, instinto de político y burócrata moderno!
Por eso, Rajoy y cía se equivocan, se vuelven a equivocar y muy probablemente se volverán a equivocar. No pueden hacer otra cosa, es su flanco débil, por donde le llueven los palos y las estocadas tramposas. Porque el PP está en una trampa desde un inicio, y sigue sin poder salir de ella (bueno, siempre puede emular y seguir emulando y emulando hasta el límite de vender el alma al diablo y fabricar un tránfuga en el bando opuesto: es sólo cuestión de pelas y de quién puede más... si la moral, la lealtad a las formas y la inteligencia lo permiten. O en base a concesiones crecientes a las burocracias regionales y demás estratos de concentración burocrática, incluyendo a los actores y a la policía, entre tantos, a todos los caciques posibles y si acaso a las masas para postularse como eje de una nueva alianza partidocrática similar en más o en menos a lo que combate: concesiones. Algo que ya hacen... cuando pueden, pero que podría alcanzar una escala mayor, y es por donde van varios iluminados equivalentes del PP, equivalentes a Z, con su Plan G o P o R o... bajo sus respectivos brazos.) Lo ve con cierta perspicacia esa nueva derecha, a la que me he referido, la "no acomplejada", la que renegó de su paso por algunas corrientes intelectuales de izquierdas en sus años de juventud y estudios, portadora de esa savia nueva de fácil palabra y buena espada polémica puesta ahora al servicio de un neoliberalismo que se ha atrincherado en la defensa de la democracia formal (ya veremos hasta dónde), más o menos racional en sus maneras, mucho más humanista y culta que la actual izquierda de fronda, más culta y más educada, pero bastante o muy dogmática según el caso y bastante, también, tergiversadora.
Precisamente, y ya sé que me repito, hallar la manera de conseguir que cayera una y otra vez en ella fue la gran habilidad de ZP y de su camarilla “blanquista” (por Blanqui, en realidad, un ya oscuro golpista con cierta fama a comienzos del siglo pasado.) ¡Ese es la meta del Plan Z, que ya destripé! ¡El corazón del Plan Z! ¡Y ese objetivo sigue en pie y sigue siendo posible todavía!
Ese es el fondo de la verdad que pretenden que permanezca oculto bajo el agua turbia pero que ya a comenzado a volverse bastante transparente
Para no caer en la trampa, el PP debería convertirse en un partido democrático-revolucionario capaz de revivir a Tocqueville y aceptar (cosa que no ven ni aceptan los utópicos de la derecha)… perder toda posibilidad de sustituir al PSOE en las próximas elecciones generales (¡que ojalá para lo que sea me siento inclinado a decir en atención a mi viceralidad indignada y olvidándome de que lo fundamental no cambiará, de que sólo se trata de una necesidad de respirar un poco, de asomar la nariz, de dejar de oler a basura, a tanta basura...!) Pero eso de la democracia revolucionaria es cosa perimida... ay, qué pena, penita, pena de nostálgicos y utopistas...
Y lo peor es que ideas de ese tipo, a fin de cuentas rousonianas y muy de refilón de Tocqueville, depuradas para que no se vuelvan contra quienes las agitan como pasa también con las citas del marxismo o de los evagelios, sólo ocultan variados sistemas totalitarios de diversos colores e igual irrespirabilidad. Y nadan en la hipocresía y la incoherencia.
Lo que no lo puede defender públicamente la derecha salvo a través de esos "intelectuales neoliberales" más o menos independientes a los que me referí antes. Pero no el PP. No, mientras sea un Partido de masas que depende se ellas y de su "estupidez". Que apelará algún día a ella, que le sacará partido... No, no puede acusar de estúpidos, pero tampoco de tramposos o de ciegos a la población. Necesita solamente coquetear con ella, corromperla incluso, como la jerga misma contempla: "ganársela". De lo contrario, se convertiría en un grupo elitista que podría tener veleidades golpistas... Eso, no puede ser: cada cual en su sitio, en su camino, atendiendo a las circunstancias. No, no puede decir en público que la inmensa mayoría de los que van a votar de nuevo a ZP, así como de los que van a votar a las minorías cuyos votos cederán igualmente a ZP en la componenda postelectoral, o sea, de todos aquellos que se han imbuido de la fantástica creencia de que ZP es un transformador radical de España en la dirección de los valores más sublimes de la humanidad, que son unos imbéciles redomados. No puede (además de qué no sea cierto, porque como mucho son vicerales e inmediatistas.)
Eso se lo deja en realidad a ZP, que tampoco lo dice públicamente, pero que actúa con total impunidad utilizándolos como tales en los hechos. ¡Claro, de ese modo, los supuestos imbéciles se ven doblemente reconocidos como no imbéciles!
Eso se lo deja en realidad a ZP, que tampoco lo dice públicamente, pero que actúa con total impunidad utilizándolos como tales en los hechos. ¡Claro, de ese modo, los supuestos imbéciles se ven doblemente reconocidos como no imbéciles!
Pero... claro, aunque no el único ni el primero, ¡es que ZP es vocacionalmente golpista! ¡Un golpista camuflado por etapas! ¡Como aquellas leonas de la sabana...!
Precisamente esa es la diferencia (actual) entre PZOE y PP, y allí estriba la posibilidad de que halla más libertad (por el momento sólo algo más de libertad) a través del segundo respecto del primero (un algo que podría hacerse abismal según hasta dónde se lleve el proceso o se cumpla el Plan. Al menos para ciertos territorios y ciertas actividades, lo que ya se nota por aquí y por allí): en que el PP tiende y se ve obligado a guardar mucho más las formas, a ser más consecuente con esos principios, más serio, como se dice para decir poco, a plantear un esquema de poder en donde las reglas sean una referencia (de modo que de incumplirlas deberán responder), que haya una legalidad cuanto menos burguesa y occidental y no una pantomima sujeta a rodeo y argucia y en donde se practiquen procesos inquisitoriales y libertades a dedo. A que debe, por continuidad con sus discursos y para diferenciarse, mantener esas formas y combatir las tendencias totalitarias de las minorías burocráticas que amenazan no tanto con atomizar un Estado sino con múltiples dictaduras regionales apoyadas por el Estado Central.
Un ejemplo: las nuevas elecciones a la Comunidad de Madrid que Esperanza Aguirre convocó en su día en lugar de apoyarse en dos descontentos muy interesados en sus propios asuntos. Compárese esto con el caso Leganés y se tiene una rápida demostración, muy descriptiva aunque simple. Y aunque se pueda poner en duda la convicción o la honestidad que pudo o no haber detrás, que no es esa la cuestión y que a veces, en el límite, se tambalea. Como en cambio sucedió en Canarias como ya he dicho, donde además de quedar mal les salió, como ya he dicho, peor.
El PZOE, en cambio, ignora, se burla de las formas, las subvierte en nombre de su ampliación (llamándola, como un Stalin cualquiera ¡"democracia social"!) se propone un programa de reformas (el ejecutivo electo mandando en los otros dos poderes, tendencia al referendum, tendencia al rol activo de una supuesta sociedad civil controlada burocráticamente, prensa y demás medios vigilados y controlados indirectamente a ser posible y en nombre de la mismísima libertad empresiarial subvencionada, eso sí, ayudada por el Estado, eso sí, siempre atento a devolver favores a los amigos y a los correligionarios, unidad ideológica ambigua en contenidos pero identificada con el egócrata triunfante de turno, etc.) Si lo necesita mentirá, dará explicaciones de farándula, desviará la atención, disparará una de tantas tracas, dirá que la culpa la tiene el Otro, etc., en fin, todo lo que ya se ha visto y más. Y una mayoría de... (dan ganas de decirlo, y en honor a la verdad tengo que decir, de nuevo, que más bien es ingenuidad y meZquindad.)
Un ejemplo: las nuevas elecciones a la Comunidad de Madrid que Esperanza Aguirre convocó en su día en lugar de apoyarse en dos descontentos muy interesados en sus propios asuntos. Compárese esto con el caso Leganés y se tiene una rápida demostración, muy descriptiva aunque simple. Y aunque se pueda poner en duda la convicción o la honestidad que pudo o no haber detrás, que no es esa la cuestión y que a veces, en el límite, se tambalea. Como en cambio sucedió en Canarias como ya he dicho, donde además de quedar mal les salió, como ya he dicho, peor.
El PZOE, en cambio, ignora, se burla de las formas, las subvierte en nombre de su ampliación (llamándola, como un Stalin cualquiera ¡"democracia social"!) se propone un programa de reformas (el ejecutivo electo mandando en los otros dos poderes, tendencia al referendum, tendencia al rol activo de una supuesta sociedad civil controlada burocráticamente, prensa y demás medios vigilados y controlados indirectamente a ser posible y en nombre de la mismísima libertad empresiarial subvencionada, eso sí, ayudada por el Estado, eso sí, siempre atento a devolver favores a los amigos y a los correligionarios, unidad ideológica ambigua en contenidos pero identificada con el egócrata triunfante de turno, etc.) Si lo necesita mentirá, dará explicaciones de farándula, desviará la atención, disparará una de tantas tracas, dirá que la culpa la tiene el Otro, etc., en fin, todo lo que ya se ha visto y más. Y una mayoría de... (dan ganas de decirlo, y en honor a la verdad tengo que decir, de nuevo, que más bien es ingenuidad y meZquindad.)
No nos engañemos, España ha iniciado con ZP un proceso de reparto generalizado (aún no completado ni de lejos) para mantenerse en la cima. Un proceso que mientras le sea adverso o no controle para sus propios fines será denunciado por lo más lúcido de la propia derecha, que cada vez lo ve más claro (ver exposición reciente de Mayor Oreja en FAES), que al principio le costaba se cuidaba de denunciar, tal vez con vistas a las posibles componendas en su beneficio en las que algunas facciones tienen aún esperanzas (y que no pueden acabar sino en nuevas trampas. Tanto hacia dentro como fuera.)
ZP ha instaurado el régimen del simulacro, de la mentira desconcertante y del todo vale para conservar su poder (a través del PZOE, claro, y del Congreso, claro, pero sobre todo el de él, el del egócrata en potencia.)
Un régimen de trampas sistemáticas en todas direcciones: trampas al PP, trampas a ETA, trampas a los aliados, trampas al partido, trampas a sus colaboradores directos... (Por todos los cuales, dicho sea de paso, no siento ni siquiera lástima y no sólo porque se conducen a la par cada vez que pueden, principalmente chantajeando como corresponde a su muy relativa influencia.)
Un movimiento de la sociedad hacia las nuevas y peligrosísimas formas de la dictadura burocrática de tinte ideológico en Europa, ésta Europa cada vez más cercada y cada vez más corrompida por dentro y desde dentro.
Por ese camino, sólo se pueden seguir pronosticando tiempos peores y maniobras increíbles de ésas que ni el Cirque Du Solei sería capaz de ofrecernos. Quizá, como en la fábula de Fantasía, en el episodio de "El aprendiz de brujo", afloren millares de ZPs salidos del mismo tronco o de troncos emuladores y genéticamente afines. Aunque también, con la ayuda de las circunstancias y de su ansiedad sin límites, consiga acabar su actuación de Jocker perdiendo las elecciones, aunque sea para darnos un respiro, aunque sea para que venga un Batman o un Spiderman que no sean los ideales de nadie sino sus dobles grises, sus lados malos.
Por ese camino, sólo se pueden seguir pronosticando tiempos peores y maniobras increíbles de ésas que ni el Cirque Du Solei sería capaz de ofrecernos. Quizá, como en la fábula de Fantasía, en el episodio de "El aprendiz de brujo", afloren millares de ZPs salidos del mismo tronco o de troncos emuladores y genéticamente afines. Aunque también, con la ayuda de las circunstancias y de su ansiedad sin límites, consiga acabar su actuación de Jocker perdiendo las elecciones, aunque sea para darnos un respiro, aunque sea para que venga un Batman o un Spiderman que no sean los ideales de nadie sino sus dobles grises, sus lados malos.
Tal vez se esté acercando la hora de salir pitando antes de terminar en las mazmorras, como dice Jiménez Losantos de cuando en cuando y como más de un vociferante de algún foro tendrá ganas de recomendarme mediante un comentario en este blog (que si no tiene algo de contenido no será publicado) o un papel escrito con pintura roja y clavado en mi puerta (por suerte no soy influyente ni lo podré seré con mis planteos.)
O quizá todavía no... como me tranquilizareis todos vosotros, los que viven en la esperanza y el optimismo, los que no se lo pueden llegar a creer, los que serán pillados más o menos desprevenidos y se quedarán atónitos.
O quizá todavía no... como me tranquilizareis todos vosotros, los que viven en la esperanza y el optimismo, los que no se lo pueden llegar a creer, los que serán pillados más o menos desprevenidos y se quedarán atónitos.
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